30/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

 

Marzo 1 de 1863: muere en Monterrey el ex gobernador Manuel María de Llano Lozano. Nació en nuestra Ciudad, en el seno de la familia formada por el ex diputado texano Pedro Manuel de Llano y María de Jesús Lozano. Recibió su educación primaria en Monterrey, y se trasladó a Ciudad de México, para estudiar medicina. Fue un católico liberal que desde estudiante daba muestra de ser un hombre sensible a la política. Al regresar a Monterrey, pronto fue considerado como alcalde de la Ciudad, interino en una ocasión, y cuatro para todo el periodo, que entonces era de un año. Interino por ocho meses en 1826, y de periodo completo en: 1832, 1842, 1850 y 1856. Fue diputado local por la V Legislatura y gobernador del estado, sustituyendo a Manuel Gómez de Castro en Marzo de 1833.

Paradójicamente, durante su administración, habiendo estudiado medicina, su problema político mayor fue una crisis sanitaria, pues Nuevo León fue azotado por una pandemia de Cólera desde agosto de 1833, que cobró cinco mil vidas, cuando la población era de sólo 24 mil habitantes. Su fe religiosa no le impidió decretar reglamentos para controlar las actividades eclesiásticas, como la prohibición de las inhumaciones en los templos, la regulación de los cobros por servicios religiosos, y estableció una censura oficial a cartas pastorales, edictos y órdenes religiosas. Es fácil de imaginar que semejantes actitudes liberales le propiciaron críticas y golpes políticos, quedando en medio de los diferendos nacionales del centralismo contra el federalismo, es decir, conservadurismo versus liberalismo. Así que el coronel Domingo Ugartechea lo empujó a renunciar a la gubernatura, para que entrara el general Pedro Lemus, el 1 de agosto de 1834, quien llegó y de inmediato canceló las medidas tomadas por Manuel María de Llano. Posteriormente, haciendo equipo con Santiago Vidaurri, De Llano accedió a la gubernatura del estado, en marzo 3 de 1839, tan solo para que llegaran las fuerzas del general Pedro Ampudia y tomaran la plaza, comenzando por obligar a De Llano a renunciar nueve días después.

Pasada esa crisis, llegó otra, cuando Mariano Paredes se alzó en contra del presidente Bustamante por motivo de la ejecución de Vicente Guerrero, lo que repercutió en nuestro estado, instalando a Manuel María de Llano en la gubernatura, de septiembre a diciembre de 1841 en una tercera oportunidad de gobernar por un tiempo. Y pasados tres años, accedió de nuevo en diciembre de 1844 cuando Santa Anna se levantaba en armas contra el presidente Mariano Arista, sin embargo ya las fuerzas físicas de De Llano le impidieron continuar gobernando y renunció en marzo siguiente, entregando la gubernatura a Juan Nepomuceno de la Garza y Evia. Aún así, cuando Estados Unidos tomó la Ciudad, y Ampudia entregó la plaza a los norteamericanos, el acta de capitulación fue firmada por los generales Worth, Henderson y Davis a nombre del general Taylor; y por Ampudia firmaron los generales Tomás Requena, José María Ortega y don Manuel María de Llano, quien había sido cinco veces alcalde de Monterrey, y cuatro veces gobernador de Nuevo León. De Llano tiene sólo una calle con su nombre, pero debiera tener un mayor reconocimiento.