Internacional

Los yihadistas ponen en peligro el acuerdo sobre provincia siria de Idlib

El principal grupo yihadista en Idlib incumplió el plazo para su retirada de una futura zona de separación en esta provincia del norte de Siria, poniendo el lunes en peligro un acuerdo destinado a evitar un nuevo baño de sangre en el país en guerra.

El acuerdo alcanzado el 17 de septiembre por Turquía, apoyo de los rebeldes, y Rusia, aliado del régimen de Bashar al Asad, prevé evitar una ofensiva del ejército sobre este último gran bastión insurgente y yihadista del país, que podría provocar según la ONU una "catástrofe humanitaria".

El acuerdo prevé una "zona desmilitarizada" para separar los territorios del régimen de aquellos controlados por los rebeldes y los yihadistas. El primer plazo para la retirada de todas las armas pesadas de los sectores que deben formar esta zona antes del 10 de octubre fue respetado. Pero el de la retirada de los yihadistas de estos mismos sectores antes del 15 de octubre no se cumplió.

"Los yihadistas no se retiraron de ningún sector de la zona desmilitarizada" que comprende, además de los sectores de Idlib, partes de las provincias vecinas de Alepo, Hama y Latakia, indicó el lunes a la AFP Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

El grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS), dominado por la exrama siria de Al Qaida y que controla la mayoría de la provincia de Idlib (noroeste), prometió continuar el combate, a solo unas horas de que expirara el plazo para su retirada.

"No abandonaremos la elección de la yihad y del combate para realizar los objetivos de nuestra bendita revolución, en primer lugar derrocar al régimen criminal", escribió el grupo. "No abandonaremos las armas", insistió.

Sin embargo no aclaró si rechazaba el acuerdo ruso-turco, ya que había retirado sus armas pesadas de la futura zona de separación en virtud del acuerdo, según el OSDH.

- "Dar tiempo" -

En referencia implícita a Turquía, HTS dijo "apreciar los esfuerzos de todos los que luchan en el interior y en el exterior de Siria para proteger las zonas liberadas [del régimen] e impedir su destrucción o masacres"

HTS y otros grupos yihadistas controlan más de dos tercios de la futura zona de separación.

El régimen sirio afirmó a través de su jefe de la diplomacia, Walid Mualem, que su país necesitaba "tiempo" para verificar la aplicación del acuerdo. Anteriormente había dicho que su aplicación podría demorarse hasta diciembre.

"El 15 de octubre es una prueba de la capacidad de Turquía para implementar el acuerdo, pero también representa una prueba de las intenciones de Rusia", según Ham Heller, analista en el International Crisis Group, para el que la ambigüedad del comunicado de HTS "podría interpretarse como una aceptación del acuerdo".

- Temores reavivados -

La semana pasada, Moscú insinuó que podría aceptar un breve retraso en la aplicación del acuerdo.

Para Haid Haid, investigador en el King's College de Londres, "aunque el acuerdo no está íntegramente aplicado actualmente, esto no significa que no sobrevivirá".

El viernes pasado, los habitantes de alrededor de Idlib recibieron mensajes de advertencia en sus celulares enviados por el ejército sirio. "Aléjense de los combatientes. Su suerte está sellada", decía uno de los mensajes.

El riesgo de fracaso del acuerdo reavivó los temores entre la población y las oenegés locales.

Estas afirmaron en un comunicado este fin de semana que temían "un resurgimiento de la espiral de violencia si el acuerdo fracasa".

El régimen sirio, que reconquistó más de la mitad del país con la ayuda militar rusa, dice estar decidido a recuperar todo el territorio.

El pacto entre Rusia y Turquía es el último de una serie de acuerdos alcanzados en los siete años de guerra en Siria, que dejó más de 360.000 muertos y millones de desplazados y refugiados.