Hay que seguir evaluando el impacto de los confinamientos durante la pandemia de COVID-19, dijo el representante Greg Murphy (R-N.C.), médico en ejercicio, porque los datos iniciales muestran que hubo muchas muertes involuntarias por aislar a la gente en casa.

“Sabemos que ha muerto mucha más gente en relación con lo que fueron nuestras acciones durante la pandemia, que quizá la propia pandemia”, dijo Murphy al programa “Capitol Report” de NTD el 4 de febrero.

Murphy, cirujano de trasplantes, dijo que los confinamientos impidieron que cerca de 9 millones de personas se sometieran a pruebas de detección de cáncer y que miles de personas se hicieran revisar los dolores de pecho, “y luego [tuvieron] ataques al corazón y murieron en casa”.

También dijo que impedir que la gente vaya a sus casas de culto, a sus escuelas y a sus celebraciones familiares provocó un aumento del aislamiento y la depresión.

“Y así, realmente se han quitado no solo años de educación, sino años de socialización. Se han visto los resultados posteriores de eso (…) 100,000 personas murieron por sobredosis”.

Según los datos de los CDC de mayo de 2020 a abril de 2021, en Estados Unidos se registraron 100,306 muertes por sobredosis, frente a las 78,056 del año anterior, un aumento del 28.5 por ciento.

Un estudio de la Comisión Nacional sobre la COVID-19 y la Justicia Penal del año pasado reveló que los incidentes de violencia doméstica aumentaron un 8.1 por ciento en Estados Unidos después de que se aplicaran los confinamientos.

Los datos también muestran que los confinamientos tienen un impacto negativo en el aprendizaje y la salud de los niños.

Más del 90 por ciento de los profesores de EE. UU. dijeron que sus alumnos habían experimentado una pérdida de aprendizaje entre “cierta” y “significativa” durante la pandemia, según un estudio de Horace Mann de 2021.

Un estudio de la Universidad Johns Hopkins (pdf) encontró que los confinamientos no ayudaron en ningún nivel significativo a detener las muertes por COVID-19.

“Un análisis (…) apoya la conclusión de que los confinamientos han tenido poco o ningún efecto sobre la mortalidad por COVID-19. Más concretamente, los estudios sobre el índice de rigor encuentran que los confinamientos en Europa y Estados Unidos solo redujeron la mortalidad por COVID-19 en un 0.2 por ciento de media”, escribieron los investigadores.

“Estos costes para la sociedad deben compararse con los beneficios del confinamiento, que nuestro meta-análisis ha demostrado que son marginales en el mejor de los casos”, escribieron los investigadores.

El Grupo de Médicos Republicanos, del que Murphy es miembro, escribió en enero al director en funciones de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), Lawrence Tabak, pidiéndole que evaluara más a fondo el impacto de los confinamientos y cierres de escuelas en la salud de los estadounidenses.

“Aquí es donde escribí una carta a los NIH para pedir que se estudiara esto; los años de vida perdidos; lo que hemos hecho a las otras poblaciones a causa de los confinamientos”, dijo Murphy.

El presentador Steve Lance preguntó al congresista sobre los continuos mandatos en el Capitolio de la nación, donde todavía se exigen mascarillas y vacunas para entrar en los negocios de Washington D.C.

“Creo que, lamentablemente, se ha convertido en algo totalmente político. No se relaciona con la ciencia y algunos de los líderes de pensamiento supuestamente al frente de esta nación, hablaré del Dr. Fauci y la Dra. Walensky específicamente, creo que se han alejado de la ciencia médica”, dijo Murphy, refiriéndose al director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, el Dr. Anthony Fauci, y a la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la Dra. Rochelle Walensky.

The Epoch Times se puso en contacto con las oficinas de Fauci y Walensky para una solicitud de comentarios.