02/May/2024
Editoriales

La Marcha y la Contramarcha ¿provocarán una Recontramarcha?

Mañana será el día en que el presidente de la República encabezará la marcha más grande que jamás se haya visto en la historia nacional.

Desde ayer empezó el traslado a la Ciudad de México de miles y miles de manifestantes por todos los medios posibles: avión, tren y autobuses llenos hasta el tope porque la instrucción es que el número de manifestantes no deje lugar a dudas de que al señor presidente lo apoya el pueblo.

Esta marcha es respuesta a otra que protestó en contra de una iniciativa presidencial de una ley que desaparece al Instituto Nacional Electoral INE, para que sus funciones las realice una nueva institución conformada de magistrados electos por votación popular.

La primera cuestión es analizar si corresponde al señor presidente convocar a una sola parte de la sociedad a manifestarse en competencia con la otra que ya se manifestó, pues no se debe provocar el divisionismo entre los mexicanos, al menos no desde el Palacio Nacional.

Lo menos que se debió hacer -ya decidida la celebración del evento- era invitar a todos en vez de denostar a los que ya se manifestaron, cuidando las formas democráticas.

Esto es como si un candidato a un puesto de elección popular pidiera que no votaran por él los militantes de otro partido, que se sobre entiende que no lo harían, pero no es prudente ni de buen gusto ‘instruirlos’ de que se abstengan de apoyarlo.

Al impulsar con semejante marcha la iniciativa, se entiende que si el Legislativo la aprobara, el presidente promovería a los nuevos magistrados electorales, y que su voluntad sería apoyada por los manifestantes, es decir, el presidente manejaría las elecciones.  

Luego se debió analizar más que el efecto político interno -no sabemos si bueno o malo para la causa gubernamental-, la imagen que se proyecta fuera de México, con mayor razón ahora que algunos mexicanos que viajaron al Mundial de Fútbol en Qatar tratan de hacerse notar por cualquier medio, incluyendo el enfrentamiento físico contra los aficionados de otras naciones.  

Y mucho menos cuando las estadísticas de homicidios dolosos nos dan el ominoso liderazgo mundial, pues se suman tres elementos que evidencian cosas que nada tienen que ver con una nación unida, en paz y segura.

Para no alargar más este texto, acaso mencionaré que la Ciudad de México sufrirá más que de costumbre en estos tres o cuatro días, porque seguramente habrá un colapso en la movilidad y la contaminación se potenciará como pocas veces.

Lo de menos es la millonada que invertimos todos en esta contramarcha gigantesca, que por cierto, contradice el principal argumento contra el INE, que se supone es un derroche de dinero.

Esperemos que no provoque otra manifestación que ya sería La ReContraMarcha.