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Academia: nueva categoría de los Oscar fue malinterpretada

LOS ANGELES  — La idea de entregar un Oscar a la mejor película popular ha sido aplazada por ahora tras las críticas generalizadas, pero el presidente de la academia John Bailey dijo que la nueva categoría era bienintencionada en sus esfuerzos por reflejar un cambio en la industria, y que fue incomprendida por sus detractores.

La Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas dijo el jueves que analizará mejor los planes para la categoría, argumentando que el hecho de implementar el nuevo premio en el tercer trimestre del año crearía desafíos para las cintas que ya han sido estrenadas.

La academia anunció el nuevo premio a los “logros destacados en una película popular” el mes pasado sin ningún criterio para entregarlo, lo que desató preguntas sobre cómo afectaría a las películas que son un éxito entre la crítica y en taquilla por igual, como “Black Panther”, la cual ha sido mencionada como una posible contendiente a mejor película.

Bailey dijo a The Associated Press que le sorprendió la reacción negativa y que siente que la gente no comprendió la meta de reconocer el tipo de películas que se hacen en la actualidad.

“La idea de este premio no era tratar de asegurar que cierto tipo de películas para el mercado masivo fueran reconocidas. Desde mi punto de vista, se trata más del tipo de películas que cuesta mucho trabajo hacer”, dijo Bailey, quien mencionó cintas en las que ha trabajado como “The Big Chill” (“Reencuentro”) y “Ordinary People” (“Gente como uno”) como el tipo de cintas “en medio” que los grandes estudios no hacen muchas veces y que no suelen ser reconocidas con el más prestigioso premio de la industria.

“Lo que la junta esperaba, además de dar oportunidad a algunas de las películas de mayor presupuesto, era que fuera principalmente para ese tipo de películas que son tan difíciles de hacer como ‘A Quiet Place’ (‘Un lugar en silencio’) o ‘Crazy Rich Asians’ (‘Locamente millonarios’)“, dijo Bailey. “Son películas maravillosas y merecen encontrar la forma de ser honradas también”.

No está seguro de cuándo resurgirá la categoría como una posible adición a los Premios de la Academia, pero podría ser tan pronto como en el 2020.

Aunque los criterios para la nueva categoría todavía no han sido definidos, Bailey dijo que el número de pantallas en el estreno y los ingresos en taquilla son parte de la ecuación y que una película como “Black Panther” podría ser sometida a consideración y ganar el premio a la mejor película. Lo mismo ocurre con una cinta animada.

El número de espectadores de los Oscar suele estar ligado al desempeño de las grandes nominadas en la taquilla. Los ratings de la 90ª entrega de los Premios de la Academia cayeron a su nivel más bajo de la historia con 26,5 millones de espectadores, 19% menos que el año anterior y por primera vez de menos de 30 millones de espectadores desde 2008. El mayor nivel de audiencia para la premiación fue en 1998, cuando el éxito de taquilla “Titanic” se alzó como mejor película.

Los últimos tres años el Oscar a la mejor película ha sido para cintas “más pequeñas”: “The Shape of Water” (“La forma del agua”), “Moonlight” (“Luz de luna”) y “Spotlight” (“En primera plana”), ninguna de las cuales recaudó más de 100 millones de dólares en la taquilla estadounidense ni se exhibió en más de 3.000 cines.

La 91a entrega de los Oscar será el 24 de febrero en Los Angeles y tendrá algunos cambios. La academia planea acortar la ceremonia a tres horas y para hacerlo entregará entre seis y ocho premios durante los cortes comerciales. En las próximas ediciones también planea acortar la temporada de premios al adelantar la fecha de 2020 para el 9 de febrero.

Para Bailey, los Oscar no son una entidad estática atada a cierta forma de hacer las cosas. Reconoció que estos premios han tenido muchos cambios a lo largo de los años, incluyendo agregar y quitar segmentos y categorías.

La estatuilla, dijo, “es un símbolo de la excelencia en una industria siempre cambiante, y lo que estamos tratando de hacer es mantener el ritmo con esos cambios y honrar aquellos cambios. No es que estos premios estén congelados en el tiempo”.

El presidente no pudo evitar reír ante cierta hipocresía que percibe dentro y fuera de la industria.

“Algunas de esas mismas personas que están criticando tan estruendosamente este premio como un lavado de manos o una vulgarización de los Oscar son las mismas personas que hace cinco o siete años dijeron ‘¿por qué no nominan y reconocen películas destinadas a una mayor audiencia?’”, dijo Bailey. “A todo el mundo le gusta atacar a la academia”.

A pesar de esto, encontró algo rescatable del escándalo.

“Para una institución que la gente dice una y otra vez que es irrelevante y está fuera de sincronía con todo lo que tiene que ver con la industria, con gente que parece muy dispuesta a perder los estribos ante ella y expresar sus opiniones y crear una discusión, si somos tan irrelevantes, ¿por qué todos están tan preocupados?”