19/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Octubre 12 de 1885: Llega a Monterrey el general Bernardo Reyes al frente del 10º Regimiento militar como Jefe de Operaciones Militares y desde luego para el control político del Estado, por instrucción del presidente Porfirio Díaz. Desde enero de 1877, Díaz ya se había hecho del poder en forma definitiva, aunque al principio no confiaba en Reyes por haber participado en su contra defendiendo a Lerdo en el Plan de Tuxtepec, pero la recomendación del nuevoleonés Mariano Escobedo y de otros altos mandos militares valieron para que el presidente Díaz decidiera darle “otra oportunidad”. Así que, para probar su lealtad al gobierno, fue enviado a luchar en Sinaloa contra los lerdistas que se oponían a Díaz, y Reyes los derrotó con cierta facilidad, fue hasta entonces cuando Porfirio Díaz le dio su confianza. Después, en el gobierno porfirista de Manuel González le encargaron varias operaciones militares en Tepic y en San Luis Potosí, y por ello, del 13 de agosto de 1880 al 11 de marzo de 1883 fue el jefe militar en Sinaloa, Sonora y Baja California. Allí los indios yaquis y mayos, habitantes de Sonora, vivían guerreando con los terratenientes de origen mexicano. Reyes advirtió que el problema no era racial o de brutalidad de los nativos, sino un constante y cruel despojo de tierras. Como solución, Reyes ofreció a los indios, tierras que, aunque malas y remotas, les protegió y logró una pacificación temporal de la región. Además, en Sonora, Reyes expulsó a los apaches invasores que venían de Arizona huyendo de la persecución en Estados Unidos. Esto lo acreditó como un militar sensible y con talento para el manejo de crisis. Así que Porfirio Díaz le echó el ojo a Bernardo Reyes para empresas mayores. 

Llegó a Nuevo León representando a Díaz, para equilibrar a los dos liderazgos locales: Jerónimo Treviño y Genaro Garza García, excombatientes de la Reforma y de la invasión francesa, y el grupo de Lázaro Garza Ayala.

Al ser Jefe de Operaciones Militares sustituía al propio Jerónimo Treviño, y era año electoral, pues se elegía al Gobernador del Estado. El candidato fuerte era Genaro Garza García, y como la presencia de Bernardo Reyes les hacía ruido a los políticos locales, causaron disturbios creyendo perjudicarlo, pero sin pensarlo mucho, Reyes instauró la Ley Marcial, quedando la situación favorable a los planes del centro del País. Así, aunque Genaro Garza García ganó las elecciones, no podía gobernar libremente pues con la Ley Marcial, el poder real lo tenía Reyes. El nuevo gobernador Garza García no aguantó esa presión y pidió licencia a la gubernatura para viajar a México a conferenciar con Díaz sobre una posible solución política dejando en su lugar a Mauro Sepúlveda, quien fue fácilmente dominado por Reyes. Sepúlveda, ya desesperado, disolvió a la legislatura local, al sentir la presión de Reyes y del gobierno nacional para que renunciara, y como no lo hacía, ante la desaparición de los poderes del estado de Nuevo León, el Senado de la República -a propuesta de Díaz- nombró a Bernardo Reyes gobernador provisional del Estado. Y pese a que su función constitucional debía ser solamente llamar a elecciones, Reyes se quedó hasta concluir el periodo de1885 a 1887. Así comienza la era de Bernardo Reyes como gobernador de Nuevo León. La suya fue una gubernatura histórica desde todos los puntos de vista, destacando el del impulso que le dio al desarrollo industrial del estado.