03/May/2024
Editoriales

Luis XV y madame de Pompadour

El monarca francés Luis XV, casado con María Lezczynska, gustaba de tener amantes y, como ya tenía cuatro meses sin una, invitó a un baile de disfraces para el 25 de enero de 1745. 

Las jóvenes francesas más bellas y ambiciosas asistieron con la esperanza de ser la favorita del Rey, porque la elegida llevaría una vida a todo lujo, y trataría con políticos y artistas. Luis XV cuidó que nadie supiera que ya había visto a una chica muy joven y bonita, de muy alta cuna y bastante lista que tenía, sin embargo, un pequeño defecto irrelevante: era casada. Él quería señalarla en ese baile como su amante, pero antes juguetear un poco. El rey se disfrazó de árbol y ordenó a ocho hombres de su confianza que se disfrazaran igualito que él, a efecto de que las jóvenes no pudieran distinguirlo, así que las cortesanas coqueteaban con los nueve porque alguno de ellos era el rey de Francia. 

Así que mientras las demás pierden el tiempo con el rey falso, Luis XV descubrió su rostro cuando bailaba con Madame de Pompadour, que ya había sido elegida desde antes, pero nadie sabía. Esta bella chica se quedó a vivir en el castillo y resultó ser además de graciosa, culta, una extraordinaria bailarina -el minué lo ejecutaba como nadie-; y su carácter era propio para la política, mucho más que el propio rey. De ese día en adelante, todas las ceremonias oficiales tenían una maestra de ceremonias, que se expresaba con tal propiedad, que en poco tiempo, Luis XVI era el rey que tenía el honor de ser amante de madame Pompadour. 

La poligamia es un vicio entre los hombres y mujeres poderosos debido a varios factores; uno de ellos es que el poder genera una sensación de necesitar más y más emociones.