19/Apr/2024
Editoriales

Mensaje a la juventud

En los buenos tiempos del “Socialismo real”, a los escolares del mundo socialista se les repetía una y otra vez que Lenin –líder ruso que creó el régimen comunista soviético- leía en forma voraz. Se trataba de una forma de propaganda política indirecta dirigida a la juventud.

Y una vez que se les repetía suficiente esa premisa, se les aconsejaba a los jóvenes: “¡Aprendan, aprendan, aprendan!”. Se hizo popular un chiste que luego se convirtió en clásico en aquella época del socialismo boyante que produce un interesante efecto subversivo utilizando el tema mencionado en un contexto inesperado. Resulta que tanto a Marx como a Engels y a Lenin se les pregunta qué prefieren, si tener una esposa o una amante. Comienza Marx diciendo, congruente con su forma conservadora de vida íntima, que él prefiere tener una esposa.

Engels, un hombre al que le gustaba disfrutar de la vida, contestó lo que parecía lógico en él: “Una amante”. Sin embargo, la sorpresa fue con la respuesta de Lenin, quien contestó: _“Las dos cosas, una esposa y una amante”. ¿Acaso, sin que nadie lo supiera, era partidario de los placeres sexuales? No, y para ello explicó rápidamente: _“Así le puedes decir a tu amante que estás con tu mujer, y a tu mujer que estás con tu amante” ¿Y qué haces en realidad? _“Me voy a un lugar solitario y aprendo, aprendo, aprendo”.

 

Chiste publicado por Slavoj Zizek, versión libre mía.