19/Apr/2024
Editoriales

El buen político

Da tristeza ver el descrédito de la actividad política. Se trata de un fenómeno internacional, pareciera que la humanidad está cerca de inventar alguna otra forma de organizarse, socializar y mejorar sus condiciones de vida. Las redes sociales han penetrado rápidamente en la cultura actual, y tal vez por ahí vendrá la novedad que se espera.

Sin embargo, aún perviven vestigios de aquella política que le dio grandes avances a la humanidad, que identificó prioridades para que el gobierno atendiera, ordenó las actividades personales de los individuos e impulsó los grandes programas sociales que tanto la beneficiaron. Pero son excepcionales. En alguna parte leí hace tiempo de un político de pueblo, de los de antes, que gustaba de pasear por las calles sólo para saludar y platicar con la gente, en temporadas no electorales.

Sucedió que cuando pasaba por el frente de cierta casa, el hombre que ahí vivía era un anciano que al verlo pasar lo abucheaba siempre. El político sin decirle nada continuaba caminando. Esa escena se repitió por largo tiempo hasta que un día el anciano que lo insultaba no estaba en la puerta de su casa. El político se preocupó pensando que podría pasarle algo malo y tocó la puerta. El anciano la abrió y se asustó pensando que el político iba a cobrarle todos sus insultos. Pero el político le explicó que no, que no iba a reclamarle nada sólo estaba preocupado pensando que requería de alguna ayuda.

El hombre “se sintió chinche” y con la mirada gacha le dijo que se sentía mal, así que el político fue a la farmacia y le compró un analgésico. Al poco tiempo se recuperó y cuando pasaba el político por su casa, jamás lo volvió a abuchear. ¿En qué momento los políticos dejaron de ayudar a la gente sin importarle que fueran o no sus partidarios? ¿por qué dejaron de recorrer sus distritos después de ganar una elección? ¿cuándo empezaron a pensar que hacer política es aparecer en las portadas de los periódicos? ¿qué ganaron con robar si se atrajeron el desprecio popular? ¿qué utilidad obtienen al dividir a la población clasificándola entre buenos y malos? ¿no entienden que dividida la sociedad nunca va a ayudarles a defender los intereses nacionales contra los enemigos externos? Qué tristeza… y qué ceguera.