La élite empresarial mexicana ha invertido cantidades récord de dinero en el país y ha apoyado la promesa que hizo el mandatario de un renacimiento económico. Así han generado un espacio de oportunidad en el entorno lleno de escándalos que atormenta al presidente.
Sin embargo, Peña Nieto necesitaba algo más de los principales líderes empresariales del país, quizá sus aliados más importantes. Necesitaba lealtad. De acuerdo con cinco personas que narraron la reunión privada que se realizó el 11 de mayo en Los Pinos, el presidente se dirigió a Claudio X. González Laporte, un empresario respetado en México.
Tu hijo, le dijo el presidente, debería dejar de ser tan crítico con el gobierno.
Todos guardaron silencio. El hijo de González Laporte, Claudio X. González Guajardo, ha pasado casi dos décadas combatiendo la corrupción y la impunidad que tanto deterioran a México. Pero su proyecto más reciente, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, una organización de periodismo de investigación que ha revelado contratos corruptos de aliados del gobierno, estaba haciendo demasiado ruido para gusto del presidente.
“La sociedad civil no debe pasar tanto tiempo hablando de corrupción”, le dijo el presidente a González Laporte. El poderoso grupo se quedó atónito ante el ataque asestado contra uno de los suyos.
“Estoy orgulloso de mi hijo y del trabajo que está haciendo”, respondió el empresario.
Incluso en México, donde el Estado a menudo ejerce presión con mano dura, se consideró muy extraño que el presidente intentara silenciar, abiertamente, a un miembro de una de sus bases electorales más confiables. Pero el comentario del presidente solo fue el intento más reciente de silenciar a González Guajardo y obstaculizar su trabajo.
Entre dichos intentos se cuentan auditorías fiscales y haberlo atacado con tecnología de espionaje que el gobierno mexicano adquirió con el propósito de investigar a terroristas y miembros del crimen organizado.
En dos ocasiones en 2016, González Guajardo recibió mensajes en su celular cuyo objetivo era instalar un programa de espionaje; los mensajes llegaron poco después de que su grupo publicara reportajes perjudiciales, de acuerdo con un análisis forense independiente de los mensajes.
“Estamos asediados”, dijo González Guajardo en una declaración escrita a The New York Times; rechazó ser entrevistado. “Sin embargo, seguiremos denunciando la corrupción y la impunidad cuando las encontremos, sean públicas o privadas”.
“México no está condenado a ser corrupto”, agregó.
“Si combates la corrupción, esta te combatirá a ti”, agregó González Guajardo, quien recibió una auditoría personal del gobierno el mismo día en que sus organizaciones. “El cambio tiene un precio”.
La oficina de presidencia rechazó que se haya tratado de intimidar “en modo alguno” a González Guajardo o a cualquier otra persona crítica del gobierno en México. Asimismo, negó haberse referido en específico a González Laporte o a su hijo en la reunión y afirmó que Peña Nieto simplemente le dijo a los asistentes que el reconocimiento de los logros del país “era tan necesario” como destacar “la deficiencias en el quehacer gubernamental”.
La Presidencia de la República rechazó que Enrique Peña Nieto haya censurado el trabajo de crítica al gobierno que hace Claudio X. González —presidente de la asociación civil Mexicanos contra la Corrupción—, como lo publicó The New York Times este miércoles.
En la nota del diario neoyorquino se mencionó que durante una reunión que sostuvo con integrantes del Consejo Mexicano de Negocios, el 11 de mayo, Peña Nieto le dijo al padre del activista, Claudio X. González Laporte, que su hijo debería dejar de ser tan crítico con el gobierno.
A través de su cuenta de Twitter, el vocero presidencial, Eduardo Sánchez, recordó que él fue parte de la comitiva que acompañó al mandatario en esa reunión privada y que, en ningún momento, hubo algún comentario al padre del empresario mexicano sobre su hijo.
Reitero que es falso que desde el gobierno se intente coartar la labor de Mexicanos contra la Corrupción e Impunidad o de cualquier organización de la sociedad civil”, aseveró.
En no pocos casos, el gobierno de la República ha incorporado sus aportaciones para el fortalecimiento de las políticas públicas en diferentes materias”.
The New York Times aseguró que la administración de Peña Nieto ha tomado otra medida en contra de la asociación de X. González: diversas auditorías a organizaciones en las que el activista está involucrado.
Al respecto, el vocero de la Presidencia dijo que dichas inspecciones, ejecutadas por el Servicio de Administración Tributaria, derivaron de recomendaciones del Grupo Intergubernamental de Acción Financiera Internacional (GAFI), para evitar que sean utilizadas en actividades de lavado de dinero.
Tal aseveración, dijo, consta en el comunicado que difundió el SAT el 10 de marzo y al cual tuvo acceso el periodista americano que escribió la nota del diario estadounidense.