18/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Marzo 3 de 1907: nace en Cadereyta Jiménez, Federico Cantú Garza, quien sería pintor y grabador muralista de talla internacional. Hijo del doctor Adolfo Cantú Jáuregui y de la escritora María Luisa Garza “Loreley”, desde niño mostró facultades sobresalientes para el arte. Su familia radicaba en San Antonio, Texas y a los 14 años de edad regresó a México para inscribirse en la Escuela Aire Libre de Coyoacán, pues el director era el nuevoleonés Alfredo Ramos Martínez, amigo de sus padres. El muralista Diego Rivera lo aceptó como ayudante cuando pintaba los frescos de la SEP, por encargo de José Vasconcelos. Teniendo apenas 17 años Federico estuvo viviendo entre Europa y Estados Unidos y se vinculó a personajes que dejaron huella en el mundo del arte y las letras. En 1929 montó su primera exposición en el Parque de la Exposición Museo de Los Ángeles, California.

Cinco años después, la Galería de Arte Mexicano ya mostraba su obra junto a la de los grandes muralistas mexicanos Rivera, Siqueiros y Orozco. En 1934 inició su actividad muralista, y en 1943 pintó los frescos de la parroquia de San Miguel de Allende, Calvario, Última Cena y Arcángeles. A partir de 1951 dedicó su creatividad a pintar murales privados, como Caídas de Tenochtitlan y de Troya, en la casa de Benito Coquet; y otras pinturas extraordinarias en residencias particulares. En Morelia pintó el fresco del Museo Regional de Morelia, dibujando las crueldades del colonizador Nuño de Guzmán. En 1960 creó la famosa escultura del Instituto Mexicano del Seguro Social, de una madre amamantando a su hijo, protegida por el águila real; después hizo lo propio con la Lotería Nacional. De sus murales destaca ‘Los Altares’ en la carretera de Galeana a Linares, Nuevo León, en el que aparece El Flechador del Sol, Ceres y la Flora y la Fauna de la región, realizado en 1961 con una superficie de 650 metros cuadrados. Sus obras eran expuestas en las más prestigiadas galerías del mundo, como en las Galerías Perls, la Tate Gallery; en los museos MAM de arte, Museo de Chicago, Museo del Vaticano,  MUNE, y otros. Es el autor de hermosos relieves en las escuelas de la Universidad de Nuevo León, como el de la Facultad de Ingeniería Civil, en cantera verde, donde Netzahualcóyotl  aparece como el gran ingeniero que fue. Su último proyecto quedó en el tintero, pues Federico Cantú quería convertir a las oquedades vestigio de las pedreras en el Cerro de Las Mitras, en monumentos gigantescos. Murió en Ciudad de México, el 29 de enero de 1989.