Febrero 23 de 1828: Nace en Linares, Nuevo León, José María Benítez y Pinillos, quien sería gobernador de Nuevo León. Fue hijo de Francisco Benítez de Herrera y María Tomasa Martínez y Pinillos, y siendo muy joven casó con la señorita Juana Leal y Torrea. José María, de ideología liberal, fue presidente municipal de la ciudad de Linares en tres ocasiones, 1859, 1862 y 1867. Un parteaguas en su carrera fue cuando trascendió la pugna entre el gobernador Santiago Vidaurri y el presidente Benito Juárez, en la cual Benítez tomó partido, yéndose del lado de Juárez. Benítez y Pinillos marcó distancia con el gobernante estatal, y se acercó a Benito Juárez. Esto pronto tuvo su recompensa, pues a la salida de Vidaurri del gobierno, en febrero 26 de Benítez y Pinillos llegó a ser gobernador interino del Estado1864 –a los 36 años de edad-, hasta julio 13 de ese mismo año, entregándole el poder a Manuel Z. Gómez.

Sin embargo, en ese breve lapso de gobernar el estado, Benítez y Pinillos organizó la Guardia nacional, construyó acueductos para la fuente de la Plaza Zaragoza y reorganizó el Tribunal de Justicia. Además, Benítez y Pinillos celebró por vez primera el  triunfo de México en la Batalla del 5 de mayo, y bautizó a la Plaza Mayor con el nombre de Plaza Zaragoza. A pesar de que su gobierno fue efímero, se dio tiempo para perseguir -sin éxito- a Julián Quiroga, segundo de Vidaurri. Posteriormente fue Senador de la República a pesar de no ser afecto a Porfirio Díaz, pues siempre conservó su talante juarista, y murió en diciembre 1 de 1899 en su ciudad natal. Al año siguiente, su hijo Pedro Benítez Leal fue también gobernador interino. No cabe duda de que la ciudad de Linares siempre ha destacado en todos los rubros históricos, en los campos religioso, agro – productivo, político, y ha triunfado en tres concursos de Las 7 Maravillas Históricas de Nuevo León, con la Música del clarinete y la tambora; la Catedral de San Felipe Apóstol, y Los Baños de San Ignacio.