Internacional

Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de violaciones en aguas territoriales

La tensión en el mar de Azov ha ido en aumento desde la inauguración del puente de 19 kilómetros que une Crimea con Rusia, tras lo que Moscú incrementó notablemente las inspecciones de los buques en el estrecho de Kerch.

Rusia acusó este domingo (25.11.2018) a la Armada ucraniana de violar sus aguas territoriales cerca de la península de Crimea y denunció que tres de sus buques se dirigen al estrecho de Kerch, que une los mares Azov y Negro, sin haber solicitado autorización para el tránsito.

"Hoy, hacia las 07:00 horas de Moscú (04:00 GMT), tres buques de la Armada ucraniana se adentraron ilegalmente en aguas territoriales de la Federación Rusa", informó la dirección de fronteras del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) de Crimea.

Además, Rusia recordó que en Kerch rige un reglamento de concesión de permisos de tránsito y parada, y un horario de movimientos y disposición establecido por el capitán del puerto ruso. "Los barcos maniobran peligrosamente y no se subordinan a las órdenes de las autoridades rusas", explicó.

El FSB, que acusa a Ucrania de intentar provocar "una situación de conflicto en la región", destaca que está adoptando "todas las medidas para garantizar la seguridad de la navegación y el orden del tránsito de barcos en los mares Negro y Azov, y en el estrecho de Kerch".

Ucrania denuncia ataques rusos a sus embarcaciones

Mientras, la Armada ucraniana denunció este domingo que la lancha de la guardia fronteriza rusa Don embistió a uno de sus remolcadores, cuyo motor y casco resultaron dañados en el incidente, en lo que Kiev considera una "provocación".

Según la declaración, varios buques de la guardia fronteriza rusa cometieron una "burda agresión" contra dos lanchas artilladas y un remolcador que habían partido del puerto de Odessa, en el mar Negro, y se dirigían al de Mariúpol, en el mar de Azov.

Además, insiste en que sí había solicitado permiso a la parte rusa en conformidad con las normas internacionales.

La tensión en el Azov ha ido en aumento desde la inauguración en mayo pasado del puente de 19 kilómetros que une Crimea con Rusia, tras lo que Moscú incrementó notablemente el número de inspecciones de los buques a su paso por el estrecho de Kerch, lo que Kiev considera un bloqueo de facto de sus puertos.

Enfrentados ya por la anexión rusa de Crimea y el conflicto armado con los separatistas prorrusos en el este de Ucrania, la tensión ha atraído la atención de la Unión Europea, Estados Unidos y la OTAN, que no han dudado en tomar partido en favor de Kiev.