Internacional

Denuncian una gigantesca red de tráfico de bebés en China

La investigadora voluntaria, Shangguan Zhengyi, que denunció hace un año la gigantesca red de tráfico de bebés que opera en la provincia de Shandong, al este de China, alertó que esta aún continúa en la impunidad.

La banda criminal estaría compuesta por al menos 100 operadores, extendiéndose por varias provincias y posiblemente contando con la complicidad de los hospitales de la ciudad de Weifang, de acuerdo con Radio Free Asia del 26 de agosto. 

“Llevo casi un año haciendo un seguimiento de esta empresa médica de Weifang, tras encontrar pruebas de gestación subrogada ilegal y tráfico de bebés e informar a las autoridades locales”, declaró Zhengyi en una red social el 25 de agosto. 

Luego de denunciar varias veces estas actividades ilícitas ante la policía local, lo único que obtuvo fue la promesa de que hablarían con los delincuentes, lo que a juicio de Zhengyi es incumplir con la responsabilidad de hacerse cargo del caso. 

No obstante, a principios de mes la policía detuvo e interrogó a la líder de la red de traficantes, Zhu Yunli, quien camuflaba sus verdaderos objetivos tras la fachada de una empresa de salud reproductiva.   

Una de las actividades de esta empresa era la intermediación entre personas que ansiaban fuertemente obtener un bebé, y mujeres embarazadas o que acababan de dar a luz, para negociar la compra de los bebés, según South China Morning Post. 

Otra de sus operaciones consistía en intervenir en contrataciones conducentes a la maternidad subrogada, que es ilegal en China.

En la maternidad subrogada o por vientre de alquiler, una mujer se queda embarazada, lleva la gestación a término y da a luz a un bebé para la persona o pareja que le paga, quienes se convierten en los progenitores del bebé.

Shangguan sostiene que en China existe una industria artesanal de empresas que cobran a la gente hasta unos 20.000 dólares para ayudarles a comprar un bebé recién nacido.

La estrategia utilizada por Shangguan para desenmascarar a la banda, consistió en hacer pasar por compradora de un bebé, lo que la puso en contacto con Yunli.

Yunli declaró que también estaban implicados en el negocio varios médicos y enfermeras del Hospital de Salud Materno-Infantil de W.F. y del Hospital de Medicina Tradicional China de Weifang. Al parecer negocian entre 20 y 30 bebés por año. 

La extensa red de tráfico de bebés y de niños de otras edades se comunica a través de las redes sociales como Weibo.  

Todo parece indicar que la venta de niños es muy frecuente en China y que existen muchas redes de tráfico de menores en su territorio. 

Un antiguo estudiante de la academia de policía apellidado Lu dijo que el tráfico de niños se ha efectuado durante muchos años en el país. 

“Una amiga mía no podía dar a luz, así que compraron [un bebé], lo que les trajo un montón de problemas, y acabó costándoles decenas de miles o incluso 100.000 yuanes [15.000 dólares]”, dijo Lu, según Radio Free Asia. 

“Mi amiga y su familia trataron muy bien al niño, pero hay mucha gente que no lo hace, es una locura”

También los niños traficados de esta manera están expuestos a ser explotados sexualmente, y ser víctimas de la pedofilia, una práctica que se trata de normalizar en muchos países últimamente.