Abril 09 de 1914: lanza el lampacense general de división Pablo González Garza, jefe del Cuerpo del Ejército del Noreste, una histórica circular decretando la jornada de ocho horas de trabajo regular, un salario mínimo, un descanso dominical semanal obligatorio, el pago extra por trabajar fuera de turno y un seguro de enfermedad. 

Estas medidas se aplicarían en toda la región en donde Nuevo León estaba ubicado militar y políticamente hablando. 

Para nuestra entidad federativa, con claras características de industrialización, estas medidas afectaban positiva o negativamente dependiendo de la óptica del análisis, ya sea del trabajador o del empresario. 

Aún hoy, las expectativas que despierta la nueva Reforma Laboral en la que dejará de existir la Junta Local de Conciliación trae nerviosos a los sindicatos y a los propios trabajadores pues las autoridades en materia laboral serán ahora los mismos juzgados que conocen las controversias civiles y mercantiles. 

Según la óptica de algunos expertos, desaparecerá la justicia social para ser solamente justicia, en donde los elementos de defensa de los trabajadores son muy inferiores a los de los patrones.