Hiroshima, JAPÓN. El presidente Joe Biden apuntó a los republicanos, afirmando que había hecho su parte en las negociaciones sobre el techo de la deuda y que ahora les correspondía a ellos “abandonar sus posiciones extremas”.
Durante una rueda de prensa celebrada tras la cumbre del Grupo de los Siete (G-7) en Hiroshima, Biden afirmó que hablaría en breve con el presidente de la Cámara, Kevin McCarthy, aunque admitió que su propuesta era inaceptable.
“Ahora es el momento de que la otra parte se aleje de sus posiciones extremas, porque gran parte de lo que ya han propuesto es simplemente, francamente, inaceptable”, le dijo Biden a la prensa.
“Y es hora de que los republicanos acepten que no hay un acuerdo bipartidista que se haga únicamente en sus términos partidistas”.
Los comentarios de Biden se produjeron después de que McCarthy acusara a la Casa Blanca de dar marcha atrás en las conversaciones sobre el límite de la deuda y le dijo a la prensa que no se lograría ningún progreso hasta que Biden regrese de su viaje al G-7.
Biden asistió a la cumbre del G-7 del 19 al 21 de mayo en Hiroshima, Japón, convirtiéndose en el segundo presidente estadounidense en funciones en visitar una de las dos ciudades japonesas devastadas por las bombas atómicas estadounidenses en 1945.
Durante la cumbre, el debate sobre el techo de la deuda entre la Casa Blanca y el Partido Republicano se calentó, ensombreciendo las reuniones del G-7 de Biden. Las conversaciones entre los negociadores se detuvieron porque ambas partes no lograron llegar a un acuerdo el viernes por la noche.
“La Casa Blanca está retrocediendo en las negociaciones”, escribió McCarthy en Twitter. “Desafortunadamente, el ala socialista del Partido Demócrata parece tener el control, especialmente con el presidente Biden fuera del país”.
Cuando las negociaciones se estancaron, McCarthy supuestamente solicitó una llamada con el presidente. El presidente de la Cámara acusó a Biden de negarse a cooperar en los recortes de gastos.
“El presidente Biden no considera un solo dólar de ahorro en el presupuesto del gobierno federal”, escribió en otro tuit el sábado.
“Preferiría ser el primer presidente en la historia en dejar de pagar la deuda que correr el riesgo de molestar a los socialistas radicales que están al mando de los demócratas en este momento”.
“Un gran paso atrás”
En respuesta a McCarthy, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, emitió un comunicado desde Hiroshima, repitiendo el llamado del presidente a un “acuerdo presupuestario bipartidista razonable”.
“Anoche en D.C., el equipo del presidente de la Cámara puso sobre la mesa una oferta que fue un gran paso atrás y contenía un conjunto de demandas partidistas extremas que nunca podrían aprobar ambas Cámaras del Congreso”, dijo Jean-Pierre.
Biden indicó que después de su conversación telefónica con McCarthy, los negociadores de ambos lados comenzarían las conversaciones.
“El presidente de la Cámara y yo hablaremos más tarde en el avión cuando regresemos”, dijo Biden. “Y nuestros equipos van a seguir trabajando”.
“Estoy dispuesto a recortar gastos y propuse recortes de más de un billón de dólares”, explicó Biden.
“Pero creo que también tenemos que mirar los ingresos fiscales”, dijo, y agregó que los republicanos quieren mantener los recortes de impuestos de USD 2 billones de Trump, que dañan la economía.
“Hay muchas cosas que se niegan a considerar, y simplemente dijeron que los ingresos están fuera de la mesa. …Seguimos teniendo un desacuerdo significativo en el lado de los ingresos”.
Biden también acusó a los “republicanos de MAGA” de mantener la deuda como rehén y de intentar dañar la economía para evitar que sea reelegido en 2024.
Crisis inminente
Estados Unidos podría ser incapaz de pagar sus facturas desde el 1 de junio, enviando ondas de choque a toda la economía mundial. Republicanos y demócratas intentan llegar a un acuerdo sobre el techo de deuda del país antes de la fecha límite.
Los republicanos abogan por reducciones de gastos sustanciales y a más largo plazo, argumentando que el gasto deficitario de la nación debe retroceder a los niveles del año fiscal 2022 y restringir el crecimiento del gasto público. Sin embargo, la Casa Blanca se opone enérgicamente al plan republicano y lo considera potencialmente perjudicial para la atención, la seguridad pública, la educación y otros programas de los veteranos.
Biden abordó las preocupaciones sobre el límite de la deuda de EE.UU. en la Cumbre del G-7 en Hiroshima, buscando asegurar a los líderes mundiales su capacidad para manejar las negociaciones y evitar el incumplimiento del pago de la deuda de EE.UU.
Biden dijo el 20 de mayo que confiaba en que la Casa Blanca y los republicanos de la Cámara llegarían a un acuerdo cuando respondió a las preguntas de la prensa durante una reunión bilateral con el primer ministro australiano, Anthony Albanese.
“Todavía creo que podemos evitar un incumplimiento”, dijo, y agregó que no estaba “en absoluto” preocupado por las negociaciones.
En una rueda de prensa separada en Hiroshima el 20 de mayo, el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, le dijo a la prensa que las negociaciones sobre el límite de la deuda entre la Casa Blanca y los republicanos de la Cámara son “definitivamente un tema de interés” aquí en el G-7”.
“Sabes, los países quieren tener una idea de cómo se desarrollarán estas negociaciones”, dijo.
Sullivan trató de asegurar que la inminente amenaza de que Estados Unidos deje de pagar sus USD 31 billones de deuda por primera vez en la historia del país “no está generando alarma” en las conversaciones del G-7.
“Solo diría que los países están muy interesados en lo que es una historia significativa, y el presidente ha podido decirles que cree que podemos lograr un buen resultado aquí”, dijo Sullivan.
