Julio 3 de 1915: Ataca una partida villista a la hacienda Santa Ana del conde, en León, Guanajuato en la que se encontraba Álvaro Obregón con sus hombres, y éste es herido por una granada que le hizo perder el brazo derecho.

 Los encontronazos entre Francisco Villa y Álvaro Obregón fueron legendarios. Entre ellos los más relevantes se celebraron en el Bajío mexicano, donde Obregón concentró sus fuerzas militares del ejército constitucionalista de Carranza, y cuando Villa lo supo, dejó Torreón para atacarlo.

 En el año de 1915 se verificaron combates con la fiereza natural que acompañaba a ambos guerreros, como en abril, Obregón –que contaba con la mitad de los efectivos que tenía Villa- lo derrotó en Celaya, y después, del 13 al 15 de abril, repitió la misma dosis al gran Centauro del Norte.

 Sin embargo, esta del 3 de junio no se le olvidó jamás a don Álvaro, pues tras el ataque a su persona, el cirujano militar Enrique Osornio hubo de amputarle el brazo derecho. La historia de Álvaro es interesante; fue presidente de la República de 1920 a 1924, y después, en 1928, asesinado cuando era de nuevo presidente, pero aún no rendía su protesta de ley.

 Pancho Villa (José Doroteo Arango) fue asesinado en 1923, por lo que se puede decir que Obregón le ganó en esa rivalidad, pero el gusto le duró sólo un lustro.