India compró este viernes a Rusia sistemas de defensa antiaérea S-400 con motivo de la visita a Nueva Delhi del presidente ruso, Vladimir Putin, un contrato que Estados Unidos no debería ver con buenos ojos.

"Las partes se congratularon de la conclusión del contrato para el suministro de sistema de misiles tierra-aire de largo alcance S-400 a India", señala el comunicado.

La transacción se eleva a 5.200 millones de dólares, según altos funcionarios diplomáticos indios contactados por la AFP.

Ni Putin ni el primer ministro indio, Narendra Modi, anunciaron públicamente este contrato durante su comparecencia ante la prensa a la salida de una reunión.

Hubo que esperar a la publicación de la declaración conjunta media hora más tarde para encontrar, hundida en medio del texto, una confirmación oficial de este contrato al que Estados Unidos se opone.

"El contrato S-400 fue firmado hoy a las 11H00 por un alto funcionario de Relaciones Exteriores y el director general de Rosoboronexport de Rusia", declaró a la AFP una fuente gubernamental. Las entregas deben comenzar a finales de 2020, precisó la fuente.

Las negociaciones para la compra de este dispositivo de misiles tierra-aire se iniciaron hace muchos meses pero se topaban con las amenazas de sanciones que blandía Estados Unidos en caso de compra de armamento ruso.

El Congreso estadounidense adoptó en 2017 una ley para castigar a Rusia por su actitud en Ucrania y su presunta injerencia en las elecciones presidenciales que llevaron a Donald Trump a la Casa Blanca.

Esta legislación impone sanciones económicas contra cualquier entidad o país que firme contratos de armamento con empresas rusas.

India espera obtener una derogación estadounidense pero por ahora solo ha recibido advertencias. Estados Unidos, sin embargo, no puede permitirse molestar mucho a su aliado indio porque las dos potencias tienen el mismo interés en contrarrestar el auge de China en Asia.