25/Apr/2024
Editoriales

Sin vacuna, nos veremos en el 2022 SDQ

 

Al inocular una vacuna a alguien se le provoca una respuesta de defensa que lo preserva de determinada enfermedad. El origen fue en 1796 cuando el médico inglés Edward Jenner descubrió este efecto luego de que una mujer lechera de su pueblo le dijo que las ordeñadoras infectadas por la viruela vacuna quedaban inmunes a la variante humana. Al comentarlo con el cirujano escocés John Hunter, se animó a estudiarlo más llegando a la conclusión de que inoculando una cierta cantidad de microbios en un ser humano sano, su organismo generaría defensas contra la enfermedad que le permitirían no contraerla posteriormente. En mayo de 1796, Jenner inoculó experimentalmente al niño James Philips, con una muestra de pus tomada de una muchacha que padecía cow-pox, inmunizándolo contra la viruela. Con la vacuna probada, se combatió en forma exitosa la terrible viruela que mataba, solo en Francia, a 30 mil personas por año. 

Hoy día la humanidad enfrenta otro reto: el Covid-19 que tiene infectadas a 43 millones de personas, y ha provocado casi un millón 200 mil muertes. En México han muerto 90 mil personas y se advierte un rebrote más intenso en Europa, amén de que en casos como el de nuestro estado, que ya había bajado el número de muertos a 26 por día, de pronto comenzó a crecer y ahora ya hay 36.

El avance actual de la ciencia permite respuestas rápidas, pero no inmediatas, pues las vacunas llevan un protocolo dividido en varias fases para probarlas en seres humanos y prever sus posibles efectos secundarios. Según pronósticos de expertos, el Covid-19 ya es endémico en muchas partes del mundo, y una vacuna efectiva estará aplicándose a finales de 2021 para que en 2022 pudiera declararse controlada. El último caso de una vacuna rápida fue la de las paperas que tardó cuatro años en llegar a la gran masa durante la década de los sesenta. Así que si todo sale bien, debemos aguantar aún más de un año para regresar a la normalidad. De los infortunados y demoledores efectos sociales y económicos después hablamos.