Internacional

Agentes rusos se aprovecharon de redes sociales en EEUU

Rusia - La acusación formal de intromisión electoral en 2016 que el fiscal especial Robert Mueller presentó el viernes contra varias personas pone de relieve la manera como propagandistas rusos aprovecharon a compañías de redes sociales como Facebook y twitter.

Y se desconoce si esas empresas tecnológicas adoptaron medidas suficientes para impedir que algo similar ocurra otra vez.

Trece rusos, entre ellos un empresario cercano a Vladimir Putin, fueron acusados el viernes de ser parte de una conjura para interferir en los comicios presidenciales de 2016 en Estados Unidos con propaganda en redes sociales. Según la acusación formal, la conjura rusa tuvo en parte como propósito ayudar al republicano Donald Trump y dañar las posibilidades de triunfo de su contrincante demócrata, Hillary Clinton.

El supuesto plan era dirigido por la Agencia de Investigación de Internet, una granja de troles con sede en San Petersburgo, Rusia, que difundía mensajes falsos y propaganda que se hacía aparecer como si estadounidenses la hubieran comprado, con el fin de influir en la contienda por la Casa Blanca.

“Yo creé todas estas imágenes y mensajes, y los estadounidenses creyeron que fueron escritos por su gente”, escribió una de las personas acusadas, Irina Kaverzina, en un correo electrónico dirigido a un miembro de su familia que fue obtenido por los investigadores.

Las compañías tecnológicas han pasado meses prometiendo arreglar sus plataformas antes de próximas elecciones legislativas de este año en Estados Unidos, y volvieron a hacerlo el viernes. Twitter dijo el viernes en la noche en un comunicado que está “comprometida a abordar, atenuar y finalmente impedir cualquier intento futuro de intromisión en las elecciones y los procesos democráticos, y hacerlo de la forma más transparente posible”. Facebook agradeció a los investigadores estadounidenses por adoptar “medidas enérgicas” y destacó su propia ayuda en la investigación.

Sin embargo, los investigadores subrayaron que los incentivos comerciales de estas empresas no derivan necesariamente en la adopción de medidas que mejoren la seguridad o impidan engaños, algo que podría haber frustrado a los agentes rusos.

“Jamás he estado convencido que estos sitios se sientan motivados a arreglar un problema como este”, dijo el profesor de negocios de Notre Dame, Timnothy Carone, que agregó que los controles de seguridad dificultan a sitios como Facebook ofrecer a los usuarios nuevas características y mantener felices a los anunciantes. “Se trata de un problema en verdad muy difícil”.

La acusación formal confirma los hallazgos previos de las investigaciones del Congreso de que agentes rusos manipularon las redes sociales para fomentar el divisionismo social al simular actividad política de supuestas bases electorales. También pone de relieve que el problema no fueron simplemente los “bots” _cuentas automatizadas en las redes sociales_, sino conspiradores humanos que refinaron la propaganda y construyeron relaciones en línea con activistas estadounidenses.

“La idea no fue necesariamente ayudar a un partido político a que tuviera ventaja sobre otro, sino sembrar tanta discordia como fuera posible”, dijo Melissa Ryan, una experta demócrata en marketing en redes sociales. “Se trató de una agresión contra Estados Unidos”.