Espectáculos

César Bono recrea Defendiendo al cavernícola en plena pandemia

 

Ciudad de México.- Decía Oscar Wilde que la seriedad es el pecado original del mundo. César Bono quiere un mundo libre de pecados. Ni ocho infartos cerebrales le han arrebatado esa chispa con la que ha hecho reír a millones de personas en el teatro y la televisión. Su secreto: la humildad.

 “¿Artista yo? ¡Artista Shakespeare!”, responde en entrevista con su peculiar voz aguardentosa cuando se le pregunta por qué el público lo aclama tanto cuando protagoniza Defendiendo al cavernícola, uno de los monólogos más exitosos del mundo. “Yo nomás soy un actor. Chingón Rob Becker, que fue el que lo escribió, ¡ese sí es un chingón!”.

Con cerca de cuatro mil representaciones en el país en casi 20 años, Defendiendo al cavernícola se ha convertido en una de esas obras que no pueden faltar en la maleta de experiencias de cualquier mexicano. Pocas obras han explicado con tanta sencillez —y tantas carcajadas— las diferencias que existen entre hombres y mujeres, sin denostar a uno ni a otro género.

Defendiendo al cavernícola regresó a los escenarios a partir del fin de semana pasado en el Teatro Ignacio López Tarso, en San Ángel, al sur de la Ciudad de México. La producción está comprometida para seguir al pie de la letra todas las medidas sanitarias, entre ellas que el foro opere al 30 por ciento de su capacidad.

 “Sé que son tiempos difíciles para el teatro, pero yo siempre voy a estar disponible para El Cavernícola. ¿Por qué? Porque es la obra que más quiero, con la que he tenido la oportunidad de vivir la gratitud del teatro”, comparte el actor de 70 años, quien después de una carrera de medio siglo se ha convertido en un icono del humor de este país.

 “Nunca nadie me había aplaudido antes de una función. Eso es algo muy difícil en la carrera de cualquier actor: que le aplaudan incluso antes de saber cómo va a hacer su trabajo. Con Defendiendo al cavernícola me han aventado puros, me han aventado sombreros, como en los viejos tiempos”, recuerda Bono.

 Escrito por el dramaturgo estadounidense Rob Becker en los años ochenta, este monólogo ha roto el récord de permanencia en Broadway y ha sido representado en 45 países. Se estima que lo han visto casi 10 millones de personas y, a decir de los números, la tendencia de público va al alza.

 Y es que no se trata de cualquier obra de teatro. Para escribirla, Becker realizó investigaciones antropológicas, sociológicas, psicológicas, históricas, religiosas y literarias durante varios años. Todo con la finalidad de llegar al fondo de los malos entendidos que existen entre hombres y mujeres.

 “Uy, si supieran las caras que veo en el teatro cuando hago el monólogo… ¡se morirían de la risa! Y algo aún mejor: ¡los codazos entre las parejas! Codazos como diciendo: ¡mira, ahí te hablan!”, comparte César Bono, quien destaca la gran tradición standupera de Becker. “El humor sale natural de este monólogo porque Becker viene de la tradición del stand up en Nueva York. Lo que hace es una descripción exacta del hombre y la mujer cuando viven en pareja. El teatro es el espejo de la humanidad desde hace más de dos mil años”. Las funciones de Defendiendo al cavernícola son los viernes, sábados y domingos en el Teatro Ignacio López Tarso, Centro Cultural San Ángel.