El genial cineasta, además de recibir un Oscar honorario en 1917, ganó el Oscar al mejor guión, compartido con Herman Mankiewicz, gracias a “Ciudadano Kane”. Lo que nunca pudo imaginar es que una de sus películas sería acabada tras su muerte, y que se empezara especular acerca de que merece algún que otro premio.

El otro lado del viento se ha presentado en la 75 edición del Festival de Venecia. La película inacabada de Orson Welles se ha terminado tratando de seguir con la mayor fidelidad posible sus deseos. En lo que Welles no hizo, el montador Bob Murawski, ganador del Oscar por su trabajo en En tierra hostil, ha tratado de adivinar lo que el director de Ciudadano Kane habría querido, estudiando detenidamente sus notas.

El resultado final parece que ha gustado, aunque los comentarios de los especialistas invitan a pensar que es una película sobre la realización cinematográfica, la industria y el arte fílmicos, que necesita ser rumiada. En Netflix tendremos ocasión de verlo pronto, el próximo 2 de noviembre.

Surge una incógnita. ¿Podría postularse la película para los Oscar? ¿Y podría ganar un premio Orson Welles, 34 años después de su muerte? No sería el primer Oscar póstumo de la historia, el actor Heath Ledger ganó por El caballero oscuro en 2009 y Peter Finch hizo lo propio en 1977 por Network, un mundo implacable. Pero una cosa es ganar un premio un años después del fallecimiento, y otra varias décadas después, se trataría de un hecho único.

No parece fácil que vaya a ocurrir, El otro lado del viento tiene mucho de experimental y abstracta, por así decir. Pero bien podría ocurrir, como señala con acierto Kristopher Tapley en Variety, que recibiera un premio especial de reconocimiento, por la recuperación de un trabajo de Welles. También se especula con un premio para Michael Legrand por la partitura musical, aunque mucho de lo que se escucha no es original para el film. Y con el montaje, quién sabe, quizá Welles podría compartir un premio con Murawski.