El 25 de marzo de 1889 se publicó en el periódico local La Defensa del Pueblo, este anuncio comercial de un aceite para alumbrado que se llamaba Luz de Diamante. Este producto se anunciaba como el sustituto ideal del kerosene para las lámparas hogareñas, pues decía que su luz es clara, brillante y sin olor. Además dice que en caso de que hubiera algún problema accidental, la llama se extinguiría en el suelo.
Monterrey tiene una larga historia como ciudad moderna y este producto en su momento era -según este anuncio- lo mejor.
Foto extraída del Archivo de Monterrey Texto: LEB