Mayo 19 de 1848: Paga Estados Unidos a México los territorios adquiridos por la vía de invasión militar iniciada en 1846. Nuestra nación había sido forzada a cederle o “venderle” parte de su territorio norte, comprendiendo los estados de Nuevo México y California, pues Texas ya se lo había engullido el Tío Sam, cumpliendo la misión celestial norteamericana del llamado “Destino Manifiesto”. El pretexto para declarar la guerra a México, fue el reconocimiento del Río Bravo como límite de Texas, cuando siempre había sido el Río Nueces, y además, EU exigía el libre tránsito por el Istmo de Tehuantepec. Al rendirse México y firmar el Tratado de Guadalupe – Hidalgo, nuestro País aceptó el pago de 15 millones de pesos por todos los territorios nórdicos ‘vendidos’, y que la frontera con Texas fuera el Río Bravo. Los 15 millones de pesos se pagarían con tres millones al momento de ratificar el Tratado, y el resto formaría parte de un fondo público en Estados Unidos, redimible dos años después, con un rédito del 6 por ciento; o si ellos quisieran, entregarían esos tres millones y anualidades hasta completar el pago. 

Tomaron la segunda alternativa, y en Washington decidieron que no era necesario exigir pagarés a México por los abonos anuales. 

No sólo nos invadieron y provocaron un enorme costo en pérdidas de vidas y enormes daños materiales, se llevaron más de la mitad de nuestro territorio, y debíamos estar muy agradecidos con Estados Unidos por los favores recibidos.