02/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

 

Febrero 24 de 1940: Instituye el presidente Lázaro Cárdenas el festejo del Día de la Bandera. A partir de esa fecha se conmemorar la existencia del lábaro patrio, que es símbolo y representación nacional al interior de nuestro territorio, y ante el mundo. Significa independencia, libertad, unidad y los derechos de todos los mexicanos, que inicia con el estandarte enarbolado por Miguel Hidalgo y Costilla en 1810, considerado como la primera Bandera Nacional. Tres años después, el Ejército Insurgente utilizó otro Lábaro Patrio que mostraba la leyenda en latín Oculis et unguibus aeque victrix (Con los ojos y las uñas, igualmente victoriosa). Posteriormente, finada la Guerra de Independencia que culminó en la instalación del Imperio Mexicano, Agustín I estrenó un diseño de Bandera con tres franjas verticales: verde y roja en los extremos, y una blanca al centro. En la blanca aparecía un águila solitaria de frente, con las alas abiertas y una corona en la cabeza, simbolizando al Imperio. Luego, en 1823, cuando México se convirtió en República Federal, el Congreso Constituyente decretó que el Escudo Nacional debería incorporar un elemento indígena: Un águila de perfil, posada sobre un nopal, devorando una serpiente, y omitiendo la corona del Imperio Mexicano. Conservando esta estructura, la Bandera Nacional sufrió diversos cambios, y la que conocemos actualmente es producto del Decreto de septiembre 17 de 1968, expedido por el presidente Gustavo Díaz Ordaz, modificando el Escudo Nacional que había sido decretado en 1916 por Venustiano Carranza. Se especifica el significado de sus brillantes colores: el Verde, la Esperanza, el Blanco, la Unidad, y el Rojo, la sangre de los héroes nacionales. Geométricamente es un rectángulo dividido en tres franjas verticales iguales, de colores verde, blanco y rojo, de izquierda a derecha, partiendo del asta, con una proporción entre longitud y anchura de siete a cuatro. Al centro se encuentra el Escudo Nacional, que ocupa tres cuartas partes de la franja, donde se ve un águila devorando a una serpiente que sostiene con la garra de su pata derecha y con su pico. El águila está posada en un nopal sobre el lago de Texcoco, representado por un glifo náhuatl. Ciertamente durante este tracto no le han faltado pequeños cambios, pero no en sus colores ni estructura, sino en la interpretación de los colores -que se han conservado intactos-. A partir del 8 de febrero de 1984 rige la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales. Actualmente nuestro país está entrando al proceso de renovación de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, así como en el cambio de gobernadores en ocho entidades, lo que siempre genera controversias y pleitos fuertes. Sean cual fueren los resultados electorales desafortunadamente se avizoran problemas poselectorales, y uno de los pocos instrumentos que tiene nuestro país para convocar a la unidad es la bandera nacional, así como el escudo y el himno nacionales.          ¡Que viva la Bandera Mexicana!