Por coincidir en el tiempo y en el espacio, estos dos conjuntos de Rock ingleses, llamados The Rolling Stones, y The Beatles, fueron objeto de numerosas publicaciones con dolo tratando de “amarrarles navajas”, como decimos en México.

The Rolling Stones sacó a la venta su primer álbum con su nombre, mismo que alude a la canción de Muddy Waters, titulada precisamente “Rolling Stones”, rola que alcanzaría fama en voz del gran Bob Dylan.

Este álbum pegó tremendamente, y como los Beatles eran la sensación mundial, la prensa que siempre busca una noticia y si no la encuentra la inventa, publicaba que había una disputa entrambos grupos de Rock.

Sin embargo, ni uno ni otro de los conjuntos musicales cayó en la trampa, pues tenían muy claro que no competían entre ellos, pues su música era muy diferente.

Algo que igual ayudó a que reinara la paz entre estos grupos es que sus mánagers eran buenos amigos: Brian Epstein de Beatles y Andrew Loog Old-ham, de los Stones.

Ellos pactaron que nunca lanzarían un disco nuevo al mismo tiempo, sino todo lo contrario, su agenda la planeaban para alternarse en el número uno de las ventas.  Al paso del tiempo, los Beatles fueron tomando fama de ser buenos muchachos, mientras que los Stones horrorizaban a la sociedad británica con su desvergüenza, su maquillaje y su música mucho más agresiva. En los personal me declaro seguidor de The Betales, pero reconozco que algunas melodías de The Rolling Stones me encantan.