19/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Abril 08 de 2002: muere en su casa de la calle Hegel 610, colonia Polanco, DF, María Félix “La Doña”, la más deslumbrante estrella del cine mexicano. María de los Ángeles Félix Güereña, nació en Álamos, Sonora, también un 8 de abril, pero del año 1914. En el imaginario mexicano está grabado el bello rostro de “La Doña” desde su primera película "El Peñón de las Ánimas", bajo un sombrero que hipnotizó al público con esa pose bravía que conquistó al mundo. Por sus venas corría mitad sangre yaqui -por su padre-, y mitad española -por su madre-. Educada en un convento en Pico Heights, California, y antes de mudarse a Guadalajara, su familia se la pasaba entre Álamos y el Quiriego, un rancho donde vivían los abuelos. Allí jugaba María con sus hermanos trepada en los árboles y montando a caballo, apartada de los juegos de sus hermanas con muñecas y comiditas. Ella era especial pues su talante era garboso. Desde aquellos felices tiempos hacía equipo con su hermano Pablo, aunque luego se separaron porque él se fue a estudiar en la Escuela Militar. Esto fue una pena para María, pero nada comparada con la que sintió al recibir la noticia de que su hermano había muerto en el Colegio Militar; esa fue la primera gran pena de su vida. La singular belleza de María fue reconocida por primera vez a los 13 años cuando la coronaron Reina de Belleza de la Universidad. Al poco tiempo, y más para huir de la brutal disciplina de su padre, se casó con Enrique Álvarez, y como era de esperarse, la juventud e inexperiencia de ambos los llevó al divorcio. De esta unión María tuvo a su único hijo, Enrique Álvarez Félix. Luego se fue a la Ciudad de México donde un día de la década de los años cuarenta, el ingeniero Fernando Palacios la abordó en la calle de Palma y la convenció de hacer una prueba para el cine. No lo tomó en serio pensando que el ingeniero Palacios quería tener una aventura con ella, pero una vez convencida que no era así, aceptó el reto y de allí en adelante comenzó la historia que se convirtió en leyenda. Durante su carrera cinematográfica María filmó 47 películas, todas con artistas de gran fama como Pedro Armendáriz, Rossano Brazzi, George Marchall, Yves Montand, Gerard Philipe, Vittorio Gassman, Curt Jurgens, Fernando Rey, Jack Palace, Fernando Fernán Gómez, Jorge Mistral, Arturo de Córdova, Jorge Negrete, Carlos Thompson, Ignacio López Tarso, Emilio Fernández y muchísimos más. María casó cuatro veces: con Enrique Álvarez, Agustín Lara, Jorge Negrete y con Alex Berger, aunque al final de su vida vivió con el pintor francés Antoine Tzapoff. Disfrutaba pasar seis meses del año en París y los otros seis en México, entre su casa de México y la de Cuernavaca. En su vida recibió cualquier cantidad de homenajes y el cariño del pueblo de México. En 1996 Francia la condecoró con la orden de Commandeur dans I´Ordre National des Arts et des Lettres, la más alta distinción que otorga el gobierno de Francia, siendo María la primera mujer en América Latina en recibirlo. Fue la propietaria de la colección de pinturas "Cuando La Danza Se Vuelve Rito, Los Indios de México" pintada por Antoine Tzapoff que ha recorrido varios museos de la República Mexicana, en Valencia, España y París, en La Casa de la América Latina. María Félix fue una mujer con pleno control de su vida, nadie la dirigió, ni la utilizó; su recia personalidad dentro y fuera de sus películas la llevó ser la adoración del pueblo, no como otras figuras del cine que son recordadas por algunos de sus personajes sepultando su figura propia. María siempre fue María Félix; su capacidad artística y su belleza todavía no son superadas por ninguna actriz mexicana. El 8 de abril de 2002, María Félix falleció en su casa de la calle Hegel 610, en Polanco, construida por su ex esposo Berger en 1956.