En noviembre de 1979 el ayatola Jommeini ordenó un asalto a la embajada norteamericana en Teherán, secuestrando a todos sus ocupantes. En respuesta, el presidente Jimmy Carter presionó a Irán con medidas económicas que no dieron resultados favorables pues no soltaron a nadie y Jommeini potenció su liderazgo utilizándolas de argumento para hacer de Estados Unidos “el enemigo del Islam”. Estados Unidos celebraría muy pronto elecciones presidenciales y la tibieza de las acciones de Carter le estaba bajando muchos puntos de popularidad. Así que tomó la ruta militar para solucionar el problema. Ordenó al portaaviones Nimitz que estaba en el mar arábigo irse a pelear, enviándole helicópteros que se hallaban en la región. Pero como estaban demasiado lejos del objetivo decidieron acercarse a Teherán, en un lugar al que se le bautizó como Desert One, y se inició el traslado de grandes cantidades de combustible para los equipos que combatirían.
Todo comenzó en abril de 1980 y los operadores del futuro ataque no pelaron a las estaciones de radio iraníes que predecían posibles tormentas de arena. Iniciaron el operativo trasladando helicópteros al Desert One pero varios pilotos perdieron la orientación por las densas tormentas de arena y uno de los aparatos tuvo que regresar al portaaviones, dañado en el sistema de navegación. Sólo cinco aparatos pudieron aterrizar en el lugar correcto. Pero en todos los análisis de inteligencia militar salía que el número de helicópteros era insuficiente para derrotar a las defensas iraníes, por lo que se abortó la operación. Instantes después se produjo una tragedia al chocar uno de los helicópteros que regresaba con un avión cisterna de combustible produciéndose una gigantesca explosión que mató a todos los tripulantes de ambas naves. El presidente Carter tuvo que informar a la nación el fracaso de la operación y obviamente el resultado electoral del 4 de noviembre favoreció a Ronald Reagan.
Hoy de nuevo se repite el enfrentamiento de Estados Unidos con Irán. El imperio norteamericano dio un golpe fuerte al exterminar al general Qasem Solaimani, y la Casa Blanca se pregunta ¿esto será bueno o malo para la campaña de Trump?
Pero el mundo se pregunta ¿esto será motivo para que inicie una guerra de dimensiones mayores? ¿No se estarán repitiendo otras historias como la de la Embajada asaltada en 1979? O peor aún ¿No será una recreación de la historia del atentado al archiduque Francisco Fernando de Habsuburgo, que detonó la Primera Guerra Mundial?
