La autora destacó el papel protagónico de la mujer contemporánea frente a las letras.

Externó su especial gratitud tanto a la literatura como al periodismo.

Monterrey.- En el marco de la 30 edición de la Feria Internacional del Libro Monterrey 2022, la Fiesta de los libros más importante del Noreste de México, la escritora y periodista Elena Poniatowska se dijo emocionada por participar en el evento y confesó que el cariño de los lectores es lo que más ha disfrutado a lo largo de su trayectoria, desde 1953, cuando comenzó a escribir.

 “Me halaga mucho sentir, incluso palpar, el cariño de la gente, lo bonito de la vejez ayuda, el pelo blanco, pero también el elemento de que saben que están frente a una periodista, porque hago crónicas también, una novelista que los quiere y que se ha dedicado a ellos”, expresó la ganadora del Premio Cervantes en 2013.

 Durante un encuentro con representantes de medios de comunicación asistentes a la FIL-Monterrey, destacó el papel protagónico de la mujer contemporánea frente a las letras y recordó que, en sus inicios, el periodismo solo admitía a las mujeres para reseñar festejos sociales.

 En la charla, afirmó que la generación permanente de ideas debe de ser parte de la disciplina de las y los escritores. “Un escritor siempre escribe como entrenamiento; los momentos de esterilidad son muy duros, atroces, los momentos en qué dice ¿qué voy a hacer?, ¿de qué voy a escribir?, enfatizó. “También le tengo una enorme gratitud y especial cariño al periodismo porque fue el que me abrió la puerta y me llevó a otros temas que pueden considerarse más doctorales, pero no hago tanto la diferencia entre el periodismo y la literatura. Carlos Fuentes, en sus novelas, tiene mucho periodismo”, consideró la candidata al Premio Nobel de Literatura en 2007.

 A pesar de que dijo no se ha puesto a pensar en la muerte, pues, en sus palabras, “no tiene la sábana lista”, ni en cómo le gustaría ser recordada, comentó sentirse agradecida con la fortuna de estar viva, a diferencia de grandes escritores como Carlos Monsiváis o José Emilio Pacheco, quienes incluso eran más jóvenes que ella. “Siento que he tenido una suerte enorme, enorme, la agradezco, el vivir hasta donde he vivido, caminar y no tener gripa demasiado seguido”, comentó en forma sencilla, durante la amena plática con periodistas.

 La escritora destacó la alegría que se respira en la atmósfera de la FIL-Monterrey, el deseo de convivir a través de las preferencias y el respeto que prevalece en todos los espacios.

 Del 8 al 16 de octubre, la FIL-Monterrey ofrecerá a los lectores más de 900 actividades agrupadas bajo los ejes temáticos: literario, humanístico y académico, profesional y juvenil, además de actividades artísticas independientes.

 Desde su Escuela de Humanidades y Educación, el Tecnológico de Monterrey busca generar espacios de convivencia en los que las materias primas esenciales sean la imaginación, las ideas y la palabra. El propósito de la FIL-Monterrey es construir puentes entre la comunidad estudiantil y docente, la ciudadana, la empresarial y la artística, a la par que se convierta en un laboratorio de las industrias culturales y creativas.