19/Apr/2024
Editoriales

Cómo ser feliz

En estos tiempos difíciles, de futuro incierto, estamos a prueba en todos los sentidos. Nuestro organismo debe estar fortalecido porque existe un riesgo real de contagio y en tal caso, la atención médica debe ser oportuna y eficiente, pero si no hay juventud y fortaleza física es casi imposible sobrevivir. De estos tres elementos, sólo uno depende de nosotros mismos, que es la fortaleza, misma que se tiene sí y sólo si nuestra mente está en paz y a gusto con la vida.

Recuerdo el cuento popular de aquel señor que se encontró un tesoro y lo escondió en el patio de su casa cuando nadie lo estaba viendo. De ahí para adelante todo cambió pues su carácter se volvió amable y risueño. Le dijo adiós a sus achaques de salud, y a su típica intolerancia; ya no se molestaba con su esposa ni con sus hijos cuando se equivocaban en algo. Sabiendo que tenía un futuro asegurado, que su tesoro estaba enterrado en su propia casa, no temía a que los bancos quebraran, ni que lo robaran porque nadie sabía del tesoro y no lo sacaría a menos de que hubiera alguna emergencia familiar. Vivió feliz por largos años hasta que murió del “mal de la edad” es decir, de viejo, pero antes de partir llamó a sus hijos y les explicó en dónde estaba enterrado el tesoro, y cerró los ojos con una sonrisa en sus labios. Más tardó en morir cuando los hijos fueron a buscarlo, pero su sorpresa fue que el tesoro ya había desaparecido, sí estaba la caja enterrada pero vacía, daba la impresión de que alguien lo había robado muchos años antes.     

El señor nunca necesitó del tesoro, pero saber que existía le hizo transformarse en un hombre fuerte y para ser feliz es necesario serlo. Entonces lo que necesitamos para ser fuertes es ser felices y viceversa. Para serlo debemos convencernos de la verdad, de que tenemos un tesoro dentro de nosotros mismos, de que ese sí existe. Hay en nuestra mente un manantial inagotable de amor, de generosas ideas que nos sacarán bien librados de cualquier eventualidad, y de una solidaridad invaluables. Convencernos de este tesoro nos permitirá cambiar de una forma de ser negativa a positiva y tendremos la fortaleza deseada. Nuestra ventaja respecto al señor del cuento es que este valioso tesoro interno, nadie nos lo puede robar. Cuidemos nuestro cuerpo, no lo expongamos al contagio, y fortalezcamos nuestra mente. Así viviremos felices.