Por el bien del país es necesario que la familia sea unida y responsable socialmente  hablando, demandó este  fin de semana la Iglesia Católica de Monterrey.

 El Arzobispo Regio Rogelio Cabrera López dijo que hay grandes responsabilidades de todos por un mejor país.

 Ya ante la celebración del aniversario 208 de la Independencia de nuestro País, expresó que  debe ser para todos los que habitamos esta Nación, un motivo de alegría y gratitud, especialmente por todo lo que nuestros antepasados realizaron, con esfuerzo y tenacidad, para que hoy podamos vivir en un País libre y lleno de oportunidades.

 "Las fiestas de septiembre, son también una ocasión especial para que, en medio del ajetreo cotidiano, hagamos un alto y renovemos nuestro compromiso social, dirigiendo especialmente nuestra mirada a los cientos de compatriotas que viven en la pobreza extrema, así como en los que han tenido que emigrar en busca de nuevas oportunidades que les ayuden a sobrellevar la precaria condición en la que están sus seres queridos".

 "Los mexicanos debemos esforzarnos por ser, como lo dijo el Papa Francisco en su visita a nuestro País: “Una auténtica familia, donde nadie se sienta excluido y todos puedan experimentar en su vida la ternura y la cercanía de Dios”.

 Comentó que es doloroso que la situación actual nos esté llevando a la división, a una vida ofuscada por el egoísmo, en donde el individualismo nubla la visión social y nos aleja cada vez más de quienes deben estar cercanos a nosotros.

 "Si bien la exigencia para que la autoridad realice de la mejor manera su trabajo es una constante, también lo debe ser nuestro empeño por demostrar que el trabajo se debe efectuar en comunión de esfuerzos. Toda adversidad puede vencerse si nos disponemos a ser protagonistas en el servicio y la búsqueda del bien común.

 Dijo que muchos se limitan a realizar señalamientos, los cuales son aceptables en la medida en que vayan acompañados de auténticos compromisos de cambio. Pero cuando solo se está dispuesto a señalar, y no a trabajar, se podría pensar que esas voces se alzan solo de forma antagónica, siendo un sonido fugaz que se disipará con el tiempo y no auténticas pruebas que buscan la sanación del tejido social".

 Además invito a todos para que renovemos nuestro compromiso buscando el bienestar social de nuestro País, realizando el mejor esfuerzo, poniendo atención a quienes claman por un espacio laboral, por quienes desean un lugar en donde recibir la educación elemental, por quienes buscan una vida digna.