Ahora que Hacienda anunció que los billetes tenderán a desaparecer para ser sustituidos por la cibernética, recordé un viejo cuento:                                                                                 

Una vez se murieron todos los billetes mexicanos y como no habían pecado se van al cielo. En la entrada los recibe San Pedro y de inmediato le pidieron permiso para entrar, pero les dijo que ninguno de ellos puede hacerlo.                                                                       

Pero cómo no, dijeron ofendidos los billetes de mil y de 500 pesos.                                                  

Debe ser un error pues nosotros tenemos las puertas abiertas en todas partes; igualmente yo, dijo el de 200 pesos, por qué no podemos entrar? 

No insistan dijo San Pedro, no entran al cielo, acaso podría entrar el billete de 20 pesos… En esas estaban cuando se oye un raro ruido, eran las moneditas que también habían muerto, pasen, pasen les dice San Pedro, las puertas del cielo están abiertas para ustedes. Los billetes se enojan mucho y reclaman, ¿por qué razón ellas sí pueden entrar y nosotros no?

San Pedro les responde: porque ellas sí van a misa los domingos. 

   LEB