Pedro Lascuráin tiene un lugar especial en la historia por haber sido presidente de la República por sólo ¡45 minutos! el día 19 de febrero de 1913, desde las 17:15 hasta las 18:00 horas. Su denigrante papel propicia el título de ‘Primer Juanito’ de la historia.

  Su nombre completo era Pedro José Domingo de la Calzada Manuel María Lascuráin Paredes, un distinguido abogado, director de la Escuela Libre de Derecho, y presidente del Colegio de Abogados que fue nombrado secretario de Relaciones Exteriores por el presidente Francisco I. Madero, y eso lo habilitó legalmente para ocupar la presidencia en el caso de faltar el titular, como después sucedió. Lascuráin, que no tenía necesidad de pasar a la historia de esa asquerosa forma, asumió el poder a la salida -forzada por Huerta- de Madero, pero sólo para renunciar minutos después y dejar sentado en la primera magistratura de la nación a Victoriano Huerta. Este jalisciense había planeado un magnicidio con el apoyo de la embajada norteamericana, pero luego consideraron mejor matar a un ex presidente que a un presidente en funciones. Lascuráin es una figura vergonzante para la historia nacional pues pudo ser un poquito leal a la persona que le había nombrado, es decir a Madero, pues ya estando en la presidencia de la República, debió enfrentar al huertismo apoyándose en las fuerzas leales a Madero pero, siendo parte del complot, o por cobardía, nombró a Victoriano Huerta secretario de gobernación, y de inmediato renunció, habilitándolo para que subiera el escalón que la ley contemplaba. Este truco legaloide fue utilizado hace unos cuantos años en la ciudad de México, cuando López Obrador habilitó a Rafael Acosta“Juanito” como candidato a Delegado de Iztapalapa para la elección de 2013, sustituyendo a Clara Brugada –gente de López Obrador- cuya candidatura había sido anulada por el Tribunal Electoral del Distrito Federal. AMLO le hizo comprometerse (a Juanito) en público que renunciaría una vez siendo Delegado, para abrirle paso a Brugada, cuando protestó como candidato del PT para competir contra el PRD. Luego hubo un espectáculo de opereta porque Juanito no aceptaba cumplir su palabra y quería gobernar por haber sido electo, pero terminó con el mismo resultado –en miniatura- que la historia nacional durante el episodio de la renuncia de Lascuráin. Entre el ilustre abogado Lascuráin y el milusos Juanito, no hay ni a cuál irle… y Clara Brugada es ahora candidata a la gubernatura de la Ciudad de México.