Editoriales

Hay que saber usar el inodoro

Actualmente, para cualquiera de nosotros, un problema de descompostura de un inodoro, en caso de que el interesado no pueda hacerlo personalmente, se resuelve con dinero, pues un plomero puede arreglarlo.

Pero si se está dentro de un submarino, el tema de la eliminación de las aguas negras tiene otro nivel de importancia pues dependiendo de la marca de la nave, el sistema de desalojo es diferente.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los submarinos aliados contaban con un tanque séptico, y los alemanes expulsaban directo al mar las aguas fecales. Este desalojo debía ser en aguas poco profundas por cuestión de la presión del agua que es proporcional a la profundidad de que se trate.

De tal suerte que cuando estaban los submarinos alemanes en aguas profundas, se debía usar latas herméticas para tirarlas cuando subiera el submarino.

Sin embargo, los alemanes inventaron un sofisticado sistema para hacer lo propio en aguas profundas, mediante un mecanismo de alta presión.

El 6 de abril de 1945, a escasas semanas de que la guerra terminara, un submarino nazi U-1206, equipado con el moderno sistema de desechos humanos partió del puerto de Kristiansand con la misión de atacar buques aliados en el Atlántico Norte.

Días después, cuando estaba sumergido a 60 metros, su capitán Karlo Adolf Schlitt hizo uso del sanitario. Al terminar, creyó estar capacitado para operar el moderno sistema de expulsión de aguas, y siguió el manual de instrucciones que estaba en el lavabo. Abrió y cerró las palancas y llaves, según entendió del manual. Pero el capitán Schlitt equivocó la secuencia de movimientos y en ese momento supo que algo no funcionaba bien así que le habló al especialista. Desafortunadamente para él, no le explicó bien al técnico todos los movimientos que había hecho, abriendo la parte exterior de la válvula, cuando la interior estaba también abierta. El caso es que por el inodoro entró un torrente de agua. Schlitt dio la voz de alarma y los tripulantes intentaron cerrar las válvulas, pero a esas alturas el problema era grave, pues el agua había entrado con tanta fuerza que escurrió al compartimento inferior, donde estaban las baterías de los motores eléctricos. El agua de mar se mezcló con el ácido de las baterías, dando lugar a una nube de cloro que comenzó a extenderse por todo el submarino, poniendo en peligro las vidas de todos los marineros, incluso la de su capitán. Así que éste dio la orden de salir a la superficie.

Cuando el U-1206 emergió, estaban frente a la costa escocesa, por lo que fueron vistos y atacados por aviones británicos. El resultado fue que un tripulante murió por los tiros, y otros tres cayeron al agua y murieron ahogados. El submarino quedó muy dañado por los disparos y comenzó a hundirse, por lo que Schlitt dio instrucciones de abandonarlo y salvarse en los botes salvavidas. Así navegaron hasta que fueron rescatados, pero el U-1206 quedó marcado en la historia como el único submarino que acabó en el fondo del mar por esa causa: su capitán no supo usar el inodoro.