Internacional

El Krakatoa vuelve a provocar otra tragedia en Indonesia

 

Más de 43 muertos y un número indeterminado de desaparecidos tras el tsunami que generó la erupción del temido volcán

 

Indonesia.- El heredero del tristemente célebre volcán Krakatoa de Indonesia volvió a asociarse este domingo con otra tragedia en Indonesia cuando una erupción de su cráter generó un mortífero tsunami que dejó decenas de muertos y desaparecidos, según los medios locales de ese país.

La enésima catástrofe que sacude a esa nación se produjo en la región del Estrecho de Sunda, que separa las islas de Java y Sumatra, y donde se encuentra ubicado el Anak Krakatoa (El hijo del Krakatoa), sucesor de la montaña que protagonizó la histórica y desastrosa erupción de 1883.

La Agencia para el Control de Desastres de Indonesia indicó en un comunicado que hasta el momento hay 43 muertos y casi 600 heridos, pero reconoció que hay un número indeterminado de personas cuyo paradero se desconoce. Cientos de casas y al menos 9 hoteles fueron dañados por la furia del mar.

"El tsunami golpeó varias zonas del Estrecho de Sunda, incluidas varias playas en Pandeglang, Serang y Lampung del Sur", añadió la misma entidad.

 Las autoridades locales no han establecido todavía la causa exacta de este suceso que han atribuido inicialmente al estallido del cráter combinado con una subida del oleaje producida por las mareas, aunque no descartan que se hubiera producido un deslizamiento de tierra en el fondo marino también relacionado con la actividad del Krakatoa.

El portavoz de la Agencia de Gestión de Catástrofes de Indonesia, Sutopo Purwo Nugroho, reconoció que se trata "de un raro fenómeno. La erupción no fue muy fuerte y no hubo ningún terremoto que desencadenara el tsunami en ese preciso instante. Resulta difícil determinar cuál ha sido el origen de este incidente".

Como ya ocurrió durante la catástrofe similar que sufrió la ciudad de Palu, en la isla de Sulawesi, en septiembre, las autoridades del país asiático tuvieron que explicar la razón de la escasa utilidad que está demostrando el sistema de alerta anti tsunamis que debía haberse puesto en funcionamiento tras el desastre de 2004.

"Este tsunami fue causado por una erupción volcánica y no tenemos herramientas para avisar de eso", adujo Rachmat Triyono, responsable de centro de Terremotos y Tsunamis.

En el caso de Palu, las investigaciones posteriores dejaron en evidencia que el sistema de boyas instaladas para avisar de estos incidentes no funcionaba desde 2012 por falta de fondos para su mantenimiento.

Un turista extranjero que se encontraba fotografiando la emisión de lava y ceniza del Krakatoa, Oystein Lund Andersen, aseguró en su página de Facebook que repentinamente vio aproximarse una gran ola hacia la costa y tuvo que huir a la carrera.

"La ola entró unos 15 ó 20 metros hacia el interior. La siguiente ola entró en el área del hotel donde me alojaba y se tragó varios coches que había en la carretera. Conseguí evacuar a mi familia dirigiéndonos a terreno altos, atravesando caminos forestales y aldeas, donde hemos sido ayudados por los lugareños. Afortunadamente estamos ilesos", señaló.

Rachmat Triyono indicó que en este caso las olas habían alcanzado una altura de dos metros en algunas zonas, aunque Tempo -una publicación local- citó a residentes de Pandeglang, la zona más afectada, que decían que había superado los 5 metros. En ese área costera, la población se refugió en mezquitas, colegios y oficinas públicas.

"Toda nuestra familia escapó hacia la mezquita de Jamaa Al Mukmin", declaró Yudi, un residente de la aldea de Cigodang, en Pandeglang, al citado Tempo.

El mismo personaje aclaró que el tsunami llegó al litoral en torno a las 9:20 horas del sábado y que tanto él como su esposa y sus dos hijos se salvaron tras subir a una colina sita a 2 kilómetros de su vivienda -ubicada a unos 200 metros de la costa-, que se derrumbó bajo la acometida del mar.

"No quiero imaginarme lo que habría pasado si hubiéramos estado durmiendo porque las olas tenían 5 metros de altura", argumentó.

 Otro vecino del mismo enclave, Memed manifestó a la misma publicación que permanece refugiado en un edificio sin retornar a su hogar "por miedo a que se produzca una segunda ola".

Las primeras imágenes que difundieron medios como Detik News o el propio Sutopo Purwo Nugroho permiten ver calles inundadas, algunas casas y muros destruidos y los despojos que dejó el mar en Pandeglang, unos daños que al menos en esa zona específica aparentan ser mucho menos graves que los que sufrió Palu en septiembre.

Ironías de la historia, la región del Estrecho de Sunda fue totalmente arrasada por la terrible erupción que registró el Krakatoa en agosto de 1883. Aquella explosión y el tsunami subsiguiente -donde las olas llegaron a tener 30 metros de altura- devastó todo el entorno y mató a decenas de miles de personas convirtiéndose en una de las más mortíferas que conoce la reciente historia de la humanidad.

Los periódicos de la época recuerdan que el estallido del volcán se escuchó a miles de kilómetros -se percibió en Australia- y los expertos estimaron que tuvo la potencia de una explosivo de 200 megatoneladas de TNT, cuatro veces más grande que la mayor bomba que haya detonado nunca el ser humano. Dos tercios de la isla de Rakata, donde está el Krakatoa, quedaron volatilizados bajo el efecto del ingente explosivo. El mismo relato asegura que el cielo se oscureció durante días y la inmensa nube de cenizas contribuyó a cambiar el clima.