06/May/2024
Editoriales

Los del fútbol americano

No es el caso de que yo me fijo en todo. Además de que todo es mucho, soy descuidado y muchas veces ando en modo divagante, sin concentrarme en lo básico, es decir, lo inmediato.

 Lo digo porque el sábado pasado asistí a un desayuno en Apodaca, invitado por Octavio Barrera, presidente del Grupo Centenario Gaspar Mass Martínez, que se integra por las grandes estrellas del deporte de las tacleadas en las décadas de los años sesenta, setenta y ochenta.

 Este grupo lo formaron Antonio ‘Niño’ Estrada y otros ex jugadores como Octavio Barrera, Mario Curzio, Roberto Ruiz, Alfonso Garza, Carlos del Campo, Francisco Brandy, Octavio Leal, Guillermo Rodríguez, Reynold Martínez, Roque Yáñez, Manuel Mallén, Ramón Martínez, Fausto Ibarra, David Aguirre, Foro Vega, Jaime de la Fuente, Manuel Machorro, José Aviña, Juan Manuel Cerda, Juan Villarreal, Mario García, Tomás ‘Milanesa’ Peña y otros más. También se integraron ex jugadores de Borregos del ITESM, como Enrique Abaroa, Fernando Marty, Horacio Gutiérrez, Mike Ochoa, Rafael Quijano y otros.

 El evento estuvo hermoso y fue presidido por el rector de la UANL, Santos Guzmán López, el alcalde de Apodaca César Garza Villarreal, el diputado coordinador Andrés Cantú, y el legislador Local Filiberto Flores, entre otras personalidades.

 Si todos los días hubiera este tipo de reuniones terminarían siendo aburridas, pero como las hacen espaciadas, cuando me invitan siempre asisto y las disfruto.

 Llegué justo a tiempo, faltaban cinco minutos para las ocho y media, así que estacioné mi auto y me apresuré rumbo a la puerta de entrada de la Preparatoria Número 1, cuyo director Eric Josué Garza tiene, entre otras virtudes, la de ser puntual.

 La persona de la entrada le pidió a una linda chica que me acompañara a donde estaban reunidos ‘los del fútbol americano’ y ella de muy buena gana lo hizo.

_¿Vamos a ver a los del fútbol americano? Me preguntó entusiasmada la muchachita.

 _Sí, le dije, y como estaba evidentemente impactada porque podría observarlos de cerca, en el par de minutos que duró el trayecto, le pregunté datos básicos del plantel, como el número de alumnos, más para despejarla que por curiosidad, pues esa información viene en la página electrónica de la Escuela.

 Pero ella seguía exaltada porque iba a ver de cerca a los jugadores, y cuando pasamos por una cancha deportiva, dijo en tono ufano: ¡Llegamos! Ellos son los del fútbol americano.

 Estaban entrenando unos jóvenes estudiantes de la Preparatoria, integrantes del equipo oficial de la Escuela.

 Ella veía arrobada a los jugadores y yo no quería molestarla pero ya era tarde, así que le dije que no, que yo iba a una reunión con ex jugadores de Liga Mayor, a lo que la linda chica, desilusionada me dijo señalando con su mano en señal despectiva a la izquierda: _Ah, pues por allá han estado entrando unos señores ya grandes que tal vez vayan a lo mismo.

 No quise aclararle que esos ‘señores grandes’ fueron más grandes cuando jugaban en el Estadio Grande (ahora El Volcán), y en el desaparecido del TEC, cuyas tribunas se mecían con las emociones de las jugadas de ellos, de esos señores grandes.    

 Como yo iba a ver de cerca a ‘los del fútbol americano’, debí aclararle desde el principio que iba con los grandes del fútbol americano.

 Lo dicho, suelo divagar y no concentrarme en lo inmediato.