26/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Agosto 29 de 1823: el Congreso Constituyente declara a los generales Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero, Beneméritos de la Patria por su lucha en favor de la Independencia. Este año de 1823 es pródigo en eventos políticos importantes para el país. En enero, los generales Vicente Guerrero y Nicolás Bravo –partidarios del Plan de Veracruz- fueron derrotados por tropas imperiales del general José Gabriel Armijo en el actual Estado de Guerrero.

El 1 de febrero, Santa Anna y Echávarri promovieron el Plan de Casa Mata en contra del emperador Iturbide que, mostró tanta división propiciando que  el 8 de marzo, Costa Rica se separara del Imperio Mexicano. Los fuertes golpes políticos en contra del emperador Iturbide lo obligaron a abdicar el 19 de marzo, asumiendo el poder político ese mismo mes el triunvirato formado por Bravo, Negrete y Victoria, bajo la denominación de Supremo Poder Ejecutivo.

Para el 21 de julio, Nicaragua y Guatemala se separaron de México, así que al país le urgía tener contentos a los principales estrategas y operadores militares, por lo tanto, el nombramiento de Victoria y Guerrero como beneméritos de la Patria, además de justo, era necesario pues se requería equilibrar a Santa Anna y al grupo que apoyaba a Iturbide. Al mismo tiempo, se trasladaron los restos de Hidalgo, Allende, Jiménez, Aldama, Morelos, Matamoros y Mina, a la Catedral Metropolitana en medio de una ceremonia muy lucida, con lo cual, sus seguidores estuvieron tranquilos y satisfechos, aunque del gobernador de Nuevo León, Manuel de Santa María, ni se acordaron. El arte de la política siempre ha sido una actividad compleja, y en aquellos tiempos de la Independencia, fue determinante para superar los enfrentamientos militares.