19/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Febrero 28 de 1991: muere en Cuernavaca a los 71 años de vida, el gran caricaturista mexicano Abel Quezada. Abel Quezada Calderón nació en Monterrey en 1920, siendo uno de los más destacados caricaturistas o “moneros” en la historia de México. Por razones familiares, Quezada estudió sus primeras letras en colegios particulares de las ciudades de Parral y de Chihuahua, de donde regresó a los 14 años para ingresar a la Escuela “Álvaro Obregón” inaugurada en 1930 por el gobernador Aarón Sáenz. Al año siguiente estudió Comercio y Administración en San Luis Potosí, y al poco tiempo conoció al creador de “Los Super sabios” Germán Butze (en Ciudad de México), quien le abrió la puerta para hacer sus pininos en el arte de los monos o caricaturas. Sin embargo, hubo de desempeñarse en otras actividades yendo al norte de Tamaulipas aunque en paralelo, dibujaba sus ideas, publicando sus dos primeras historietas llamadas “La mula maicera” y “Primo Becerra”.

  En 1943  conoció al periodista Manuel Marcué Pardiñas, quien apreció su talento como caricaturista y le aconsejó que se dedicara a su vocación, y Quezada se fue de nuevo a la Capital mexicana en donde rápidamente se colocó en el periódico “Ovaciones”, publicando sus críticas en la revista “Pinocho”. En 1946 participó en un concurso internacional de anuncio comercial para un dentífrico en Nueva York, y su propuesta se llevó el primer lugar, por lo que al ir por el premio se quedó allá, montando su oficina en un teatro de Broadway, donde se internacionalizó, pues su vida era muy rica en experiencias regionales y nacionales, pero incorporar una visión iinternacional a sus temas le dio a su trabajo una nueva dimensión. Luego de una intentona de regresar a nuestro país se quedó a hacer vida en Nueva York, donde casó con Yolanda Rueda, procreando de 1952 a 1956 a sus tres hijos Abel, Marta y Josefina.

  La Revista Ovaciones lo contrató como editorialista gráfico de la cadena García Valseca, por lo que regresó a México. De 1951 a 1954 escribía y producía desde el Edificio de la Lotería Nacional el programa televisivo Rayo Veloz, y en 1954 creó al famoso Charro Matías. Por veinte años -De 1956 a 1976- publicó en el periódico Excélsior hasta que el Gobierno dio el histórico golpe al equipo de periodistas que conformó Julio Scherer, pues el monero estrella era nuestro paisano Abel Quezada. En esa veintena de años surgieron de su imaginación El Tapado, La Dama caritativa de Las Lomas y Gastón Billetes. En 1976 ya publicaba en Novedades, y en 1980 ganó el Premio Nacional de Periodismo, lo que derivó en una invitación del semanario The New Yorker y en 1985 expuso tanto en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo, como en el Museo de Arte Moderno de México. Por cuestiones de salud, en 1989 se retiró a la vida privada y la revista Artes de México publicó un resumen de su trabajo editorial.