24/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Mayo 20 de 1876: el general Porfirio Díaz es derrotado en Icamole por el general y gobernador de Nuevo León, Carlos Fuero (CDMX 1844-1892), quien tiene en su haber varios hechos notables, en función de su grandeza moral. Fuero cumplía con su deber militar de luchar a favor de su jefe, el presidente Lerdo de Tejada, y en Icamole chocaron sus fuerzas con las de Díaz –héroe de la batalla del 2 de abril de 1867, contra las tropas francesas- quien estaba empeñado en llegar a la presidencia de la República a como diera lugar. Las huestes del también caudillo de la revolución de Tuxtepec, tocaron retirada y sus enemigos dijeron que cuando Díaz supo, lloró de coraje, por lo que le apodaron “El llorón de Icamole”. Por cierto, entre sus mandos militares, estaban los nuevoleoneses Jerónimo Treviño, y el lampacense José Francisco Naranjo, por lo que la derrota le dolió más a Díaz.

Pensaba que al ser ambos de Nuevo León, los conocimientos regionales de Treviño y de Naranjo ayudarían a su causa, pues aunque Fuero era Gobernador del estado, su nacimiento y desarrollo militar había sido en la ciudad de México. El gobierno de Lerdo, heredero de Benito Juárez, ya estaba bien complicado, pues por un lado -el 25 de marzo- se había levantado en armas en su contra, Luis Mier y Terán, y antes, el general Sóstenes Rocha, así como Fidencio Hernández y otros valiosos políticos y militares. Porfirio Díaz había recibido el apoyo del general Felipe N. Chacón, así que estaba totalmente seguro que el plan de Tuxtepec triunfaría, y desde luego que este enfrentamiento en Icamole sería “pan comido”.  Es que, a la muerte de Juárez, el Plan de la Noria que también había lanzado Porfirio Díaz en su contra (De Juárez), se suspendió pues su sucesor era, según la ley, el presidente de la Suprema Corte, Sebastián Lerdo.

Sin embargo, Lerdo buscaba reelegirse, y ante ello, Díaz proclamó el 10 de enero de 1876 el Plan de Tuxtepec, y de inmediato se sumó el general Jerónimo Treviño, como lo había hecho contra Juárez, en el Plan de la Noria. Regresando a Icamole, Fuero tenía entre sus mandos al valiente nuevoleonés Julián Quiroga, quien ahora estaba a favor de Lerdo, en contra de su antiguo aliado Treviño. Fuero ordenó a Quiroga que saliera de Salinas Victoria para sumarse a la batalla contra Díaz, y así lo hizo. Corre la especie de una junta urgente a la que convocó Díaz después de su derrota, reclamándole a Treviño y a Naranjo: _¿pues no decían ustedes que los nuevoleoneses eran muy valientes? Hoy no se vio eso en el campo de batalla.  Ante lo cual, el general Naranjo respondió: _¿Y de dónde cree usted que es Quiroga, de Oaxaca?. Esta anécdota no soporta un análisis somero, pues a Díaz lo respetaban y decir que un militar de Oaxaca no era valiente, luego de que Díaz era oaxaqueño, suena a exageración, al menos. El antecedente inmediato es que el viernes 19 de mayo Fuero llegó a García dos horas después de que las tropas de Díaz habían partido, Y en la mañana del sábado 20 de mayo de 1876, se celebraría la tan sonada batalla de Icamole, misma que no tuvo como resultado muchas víctimas, pero es histórica porque hasta ese momento, Porfirio Díaz era considerado un militar casi invencible.