Abril 16 de 1521: sucede el primer encuentro del conquistador Hernán Cortés y la indígena Malintzin. Los caciques de Tabasco (Centla) la habían obsequiado a los españoles dentro de un grupo de veinte mujeres en señal de amistad, luego de que en la zona pantanosa de Tabasco se había celebrado una fuerte batalla entre mexicas, mayas, oaxaqueños y veracruzanos. Cortés estaba interesado en acercarse a alguna persona que pudiera traducir al castellano las lenguas aborígenes, y como Malitzin destacaba por su sorprendente inteligencia y que, además de traducir, trasladaba la cultura de un lugar a otro, fue la elegida por Hernán Cortés. Sin ella, el de Extremadura no habría podido empujar a los totonacas a sacudirse el yugo de Motecuhzoma, y sin ese primer paso, los siguientes no se habrían dado, dice Juan Miralles en su obra sobre Hernán Cortés. el papel de “Malinche” es fundamental, pues sin ella no se hubieran dado los avances fundamentales como la entrada pacífica a Tenochtitlan, de donde se derivaron todas las estrategias políticas y militares del conquistador. Se han escrito muchas obras y filmado películas respecto a la relación amorosa que hubo entre esta mujer y Cortés, que fue pieza clave en la conquista y que terminó siendo altamente respetada por los caciques. 

Su nombre se relaciona ahora con la traición, pero vale preguntarse si ella efectivamente traicionó a su pueblo o lo hizo contra sus opresores para ser leal a su amo. 

La obra de Miralles no es la Biblia, así que su punto de vista es cuestionable, pues postula que entre Malinche y Cortés no hubo relación amorosa, cuando hay elementos que indican lo contrario. 

Como el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, propuso hacer una pausa en las relaciones con España, y previamente había exigido una disculpa de la Madre Patria a los mexicanos por los daños ocasionados en la conquista, se están revalorando el papel histórico de los diversos personajes que participaron en la conquista de México.   

Es improbable que ambas solicitudes obradoristas transiten, pero es obvio que Hernán Cortés y Malintzin son los primeros personajes que seguramente están siendo estudiados por los historiadores gubernamentales de México.