02/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Mayo 22 de 1942: El Congreso mexicano declara la guerra a los países del Eje Alemania – Italia – Japón. Este rompimiento con Alemania, después de que en nuestro país había una fuerte corriente germanófila, se debió a que unos días antes, el 13 de mayo, fue hundido el barco petrolero mexicano bautizado como Potrero del Llano, y los informes oficiales sacaban en conclusión que los torpedos que lo habían destruido  habrían sido disparados por submarinos alemanes, tal vez para impedir que el petróleo mexicano abasteciera a la armada norteamericana que enfrentaba al Eje.

El ataque al buque mexicano cimbró a toda la nación y, una semana después, el día 20 de mayo, volvieron a hundir otra embarcación petrolera nacional, ahora la llamada Faja de Oro. Esta declaratoria de guerra al Eje hizo que los submarinos alemanes se dedicaran a torpedear a los barcos petroleros mexicanos, por lo que entre junio y septiembre de ese mismo año de 1942, fueron hundidos los barcos mexicanos Tuxpan, Las Choapas, Oaxaca, y Amatlán, según los datos oficiales. Desde luego que corrieron versiones de que no eran alemanes los submarinos atacantes, y la falta de tecnología para comprobar o descartar esos rumores, impidió tener las lecturas científicas del origen de los ataques. Pero la lógica indica que eran los alemanes quienes atacaban a nuestro país, pues México estaba en guerra contra ellos y estaba en pláticas con el grupo de Los Aliados, que peleaban contra Alemania, Italia y Japón.

Finalmente, en abril del año 1943 se reunieron en Monterrey los presidentes Manuel Ávila Camacho y Franklin Delano Roosevelt, para llegar a acuerdos prácticos de apoyos no sólo con petróleo, sino también con gente, pues el vecino del norte requería mano de obra en el campo para sustituir a sus jóvenes que partirían al frente de guerra. Y en México había desde aquel tiempo, mucha gente dispuesta a irse a trabajar a Estados Unidos. La participación directa de México en esta conflagración mundial fue real, aunque limitada, pues nuestra nación es de corte político pacifista.