28/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

 

Enero 20 de 1881: Nace en Lampazos de Naranjo, Andrea Villarreal, quien sería escritora, periodista y revolucionaria. Hija de Próspero Villarreal Zuazua y de Ignacia González, tuvo una pareja de hermanos, Antonio y Teresa, destacando Antonio, militar que llegó a ser gobernador de Nuevo León. Cuando su hermano hubo de escapar a Estados Unidos por seguir a los revolucionarios hermanos Flores Magón, se fue con él y se incorporó a la lucha revolucionaria en forma activísima. En Regeneración, el órgano de la Junta Revolucionaria cuya circulación era clandestina, Andrea escribió agudos artículos que le llevaron a ser editorialista de La Prensa, de San Antonio, Texas. Igual escribía en otros periódicos nacionales como El Hijo del Ahuizote y El Nieto del Ahuizote. Sin embargo, su pluma era implacable tanto para el gobierno mexicano de Porfirio Díaz como al de los Estados Unidos. Ella defendía sus ideales revolucionarios, los derechos de los migrantes mexicanos y al mismo tiempo, los principios feministas que por aquella época tenían poco eco entre la población. Su perfil fue conocido como el de una mujer decidida a enfrentarse con cualquiera que no apoyara sus ideales, al grado de que un periódico de San Luis Missouri publicó una caricatura suya empuñando un cuchillo en actitud amenazante contra el presidente Theodore Roosevelt. Esto provino del hecho de que su hermano Antonio fue encarcelado en el vecino país por ser seguidor de los hermanos Flores Magón, Andrea envió y publicó una carta al presidente norteamericano solicitándole la liberación inmediata de Antonio. Cuando cayó Porfirio Díaz, Andrea Villarreal regresó a México, viviendo en Monterrey en forma casi anónima, pues no la mencionaba ni siquiera su hermano Antonio. Sin embargo, su talento era difícil de ocultar y dio muestra de ello cuando se inscribió y ganó un concurso de El Casino Monterrey en 1939 con su texto “Las heroínas de la Independencia”, superando al poeta Rodolfo Usigli. Esta mujer no ha tenido el lugar que se merece en nuestra historia, pues es clara su vocación y capacidad en los campos de las letras y la lucha revolucionaria, se dice que algunos de los textos leídos por su hermano el general Antonio I. Villarreal, eran de su autoría. Incluso hay versiones sin comprobar de que alcanzó a inscribirse –siendo una mujer mayor- como alumna de la Facultad de Filosofía de la UNL. Lo cierto es que su ancianidad la pasó viviendo en una miserable barriada de Monterrey, y hasta la fecha de su muerte no está bien definida, pues a falta de claridad en su acta de defunción se dice tanto que murió en 1953 como en 1963, De esta gran mujer, el gobernador Luis M. Farías trató de rescatar algo de su memoria, bautizando con su nombre una escuela de Nuevo León.