OTTAWA— Gran cantidad de camioneros y otros manifestantes se agruparon en la capital de Canadá este fin de semana y los organizadores del rally dicen que se quedarán allí hasta que se cumplan sus demandas.

“Ahora jugaremos el juego de la espera y la paciencia es una virtud”, dijo el organizador del Caravana de la Libertad, Benjamin Dichter, en una conferencia de prensa en Ottawa el 30 de enero. “Estamos en esto a largo plazo”.

Dichter señaló que los camiones están diseñados para estar en la carretera durante largos períodos de tiempo y a menudo están equipados con neveras y otras comodidades y pueden servir de refugio para los conductores. También indicó que la campaña de GoFundMe para la protesta había recaudado más de 8.7 millones de dólares hasta el 30 de enero, con lo que se pueden financiar la estancia en la ciudad.

“Ellos pueden permanecer durante semanas y meses”, dijo Dichter.

La petición de la caravana es que el gobierno federal ponga fin a los decretos sobre COVID-19 y elimine el requisito del pasaporte de vacunación, dijo el organizador, añadiendo que pedirán lo mismo a los gobiernos provinciales.

“Ellos son los siguientes en la lista. En primer lugar, vamos a empezar de arriba abajo”, indicó a continuación.

La Caravana de la Libertad comenzó inicialmente como una protesta por el requisito de que todos los conductores de camiones que cruzan la frontera entre Estados Unidos y Canadá deben estar vacunados contra COVID-19. Cuando la caravana partió de la Costa Oeste hacia Ottawa el 23 de enero, se amplió para exigir el fin de todas las restricciones relacionadas con la pandemia.

Los camioneros y los manifestantes de diferentes partes del país llegaron a Ottawa el 29 de enero, aparcando sus camiones y vehículos en la calle Wellington, junto al Parlamento. Los participantes llenaron el Parlamento y las áreas circundantes mientras llevaban banderas y carteles.

“Ayer fue un día increíble (…) ninguno de nosotros se ha sentido nunca tan orgulloso de ser canadiense y de estar tan unido”, dijo Dichter.

“Hemos pasado de ser un, cito, ‘estado posnacional’, donde Justin Trudeau afirma que no tenemos identidad, pero que claramente la tenemos porque hemos visto a todas las culturas de Canadá reunirse, nuestra comunidad nativa, nuestra comunidad quebequense de canadienses franceses, la gente de fuera del Oeste y de las zonas marinas y todos estamos en la misma página, y todos somos parte de una gran familia”.

A medida que la protesta de los camioneros fue ganando adeptos y se convirtió en lo que muchos dicen que es ahora un movimiento, varios informes de los medios de comunicación y de los políticos asociaron la iniciativa a los grupos racistas y de supremacía blanca. Un comentario publicado el 29 de enero tenía un titular que dice: “Mientras Canadá reprime a los manifestantes indígenas y negros, los supremacistas blancos gozan en Canadá de una vía libre. Solo hay que ver ela caravana”.

La composición de los manifestantes en Ottawa durante el fin de semana fue claramente diversa, con personas de todos los orígenes uniéndose para dar su apoyo.

Dichter dijo que uno de los mensajes de su grupo es que los políticos no intenten dividir a la gente utilizando la política de identidad.

“Ya sea a través de la política de identidad racial o simplemente de la política de identidad cultural, ésta se acabó. Estamos cansados de ella”.

Dichter añadió que muchos policías de Ottawa dijeron en privado a los camioneros que les apoyan.

“Es bonito ver todo el cariño y el apoyo que nos dan cara a cara cuando hablamos con ellos, lo cual es estupendo”, indicó el organizador.

El Servicio de Policía de Ottawa (OPS) solicitó más agentes de las ciudades cercanas para ayudar en la vigilancia durante las protestas. Cuando The Epoch Times le preguntó cuánto tiempo espera el OPS que duren las protestas, un portavoz se negó a especular.

Los organizadores del convoy dijeron que ningún representante del gobierno federal se ha reunido con ellos hasta ahora.