Hace un año que Jorge Pedraza Salinas emprendió un viaje largo, pero como yo leo sus obras en forma consuetudinaria lo tengo presente tal cual era; de carácter reposado y sorprendente inteligencia. En verdad, no creía que ya hubieran pasado doce meses porque un día empuja al otro, y las noticias catastróficas que nos agobian terminan volviéndonos indiferentes al tiempo. _Con razón no me ha llamado, me dije hace unos días; Jorge se fue de viaje. Ciertamente murió, pero morir y nacer no sólo son actos parecidos, sino que se trata del mismo evento visto de un ángulo diferente, es la “cara o cruz” de una misma moneda. Los amigos de Jorge lo recordamos porque la vida de los muertos está en la memoria de los vivos.