Editoriales

¡Todos pierden!

Mientras Napoleón reunía en Bayona su Asamblea de Notables españoles afrancesados para ungir como rey de España a su hermano José, en Sevilla se erigía la Junta Suprema, para defender a Fernando VII en quien había abdicado su padre Carlos IV. Ahí fue donde inició la confrontación, con el sistema de guerra de guerrillas que costaría mucho a España y al imperio napoleónico. Los sitios famosos de Zaragoza y Gerona fueron representativos del caos entre las tropas de Napoleón.

Y España perdió sus territorios en América que se independizaron aprovechando el caos en la corona española.

Napoleón I dijo respecto de la guerra en España: “Esta maldita guerra fue la causa de todas las desgracias… todas las circunstancias de mis desastres se relacionan con este nudo fatal: destruyó mi autoridad moral en Europa, complicó mis dificultades, abrió una escuela a los soldados ingleses… esta maldita guerra me ha perdido”.