La actriz cinematográfica Bette Davis (Ruth Elizabeth Davis), nacida el 5 de abril de 1908 en Massachusetts, debutó en 1929. Apenas habían pasado tres años cuando ya era artista exclusiva de la Warner Brothers. Pero no le daban papeles importantes hasta que en 1935 actuó en la cinta Dangerous, donde se consagró como actriz grande, luego de trabajar en 22 películas desempeñándose en papelitos irrelevantes. 

Davis ganó con esta película su primera presea de la Academia y al recibir la estatuilla, dijo que se parecía a su esposo Oscar Nelson, con lo que el trofeo comenzó a llamarse “Oscar”; así de trascendente fue esta mujer. 

Durante los siguientes 15 años su popularidad creció aún más, pero aceptar papeles en películas baladíes le hizo bajar de nivel y fue hasta 1962 que regresó al éxito en taquillas con su estupendo papel –junto a su rival Joan Crawford- en ¿Whatever Happened to Baby Jane?, con el plus de que era llamada ahora para presentarse en teatro y en televisión. 

En más de 90 películas, muchas de ellas realmente memorables, Bette Davis tiene el récord de interpretación en todo tipo de papeles, pues lo mismo aparecía como una mujer alcohólica, que de monarca glamorosa, de una matrona, o ama de casa, una estrella del espectáculo, o una mujer lunática, y casi en cualquier tipo de actuación. Sin embargo, trabajar con ella era muy difícil, pues en la vida real se sentía una diva, pero prepotente y belicosa. 

Por lo mismo, su vida amorosa fue de altibajos, se casó en cuatro ocasiones y en las cuatro fracasó, pues a la menor diferencia de opiniones regañaba a quienes estaban cerca de ella.  

A todas luces tenía adicción por el tabaco y el alcohol, en consecuencia comenzaron los problemas de salud, entre ellos un cáncer que la llevó a la tumba, a los 81 años de edad, estando internada en el hospital Americano de París. Sus restos descansan en Forest Memorial Park, de Hollywood Hills, California, y en su cripta dice: Bette Davis: siempre transitó por el camino difícil.