Mayo 31 de 1863: sale de la Capital mexicana el presidente Benito Juárez, acompañado de su gabinete, para salvaguardar los valores documentales del país, en virtud de la cercanía del ejército invasor francés que mostraba en ese momento una clara superioridad militar. Su primer destino fue San Luis Potosí, que era el inicio de un periplo de cuatro años por gran parte del territorio nacional. Su carruaje se convirtió en símbolo de esperanza y resistencia de los mexicanos, pues pasó por delicados momentos que son históricos.

En su viaje rumbo a San Luis Potosí, pasó por Querétaro y por Dolores Hidalgo, importantes sitios donde iniciara el movimiento insurgente de Miguel Hidalgo e Ignacio Allende. Estuvo en Saltillo, y en dos ocasiones visitó Monterrey; la primera por tres días y la segunda durante cuatro meses. En 1865 radicó en Chihuahua, y visitó El Paso, hoy Ciudad Juárez.

En Zacatecas fue atacado directamente por el general conservador Miguel Miramón, por lo que se replegó a Jerez y Fresnillo. Sin embargo, las fuerzas republicanas comenzaron a asentarse y la partida del ejército napoleónico a Europa les proveyó de nuevos bríos, dándole una voltereta a la guerra de invasión, pues en mayo 15 de 1867 cayó Querétaro a manos del general Mariano Escobedo, que era el último reducto de Maximiliano. En julio de 1867 Benito Juárez regresó triunfante a la Ciudad de México.