01/May/2024
Editoriales

Lecciones de las elecciones

El pasado domingo 4 de junio se llevaron a cabo las elecciones para gobernador en los estados de Coahuila y Estado de México; en ambos casos, los ciudadanos que salieron a votar nos dieron algunas lecciones, tanto a los partidos políticos como a todos los interesados en los procesos electorales, así como en el perfeccionamiento de nuestro sistema democrático.

 Una primera lección de ambas entidades se refiere al abstencionismo reflejado y que ya es una constante en las elecciones que se celebran en nuestro país. En Coahuila ejercieron su derecho al voto el 56.4 por ciento de los ciudadanos inscritos en la Lista Nominal de Electores, mientras que, en el Estado de México, votó el 49.8 por ciento. En ambos estados la participación de los jóvenes fue escasa.

 Este hecho puede interpretarse de varias maneras. La primera, es que los partidos no están motivando a los electores con las mejores propuestas ni los mejores candidatos, o candidatas. También puede significarse que los electores desconfían de los partidos políticos y de los propios políticos, o que los partidos, que tienen un financiamiento público, no destinan suficientes recursos para impulsar la cultura política y de participación entre el electorado, lo que constituye una de las tareas en las que todos están incumpliendo, o cumplen de manera parcial. En este aspecto, el INE también tiene algo de responsabilidad.

 Segunda lección; los partidos no están llegando a la mayor parte de los jóvenes, quienes no sólo se muestran apáticos a participar en algún partido, ni siquiera les interesa ir a emitir su voto. Y no es por la manera de comunicarse que utilizan, a través de las redes sociales, porque todos los partidos las utilizan; más bien, creo que para los jóvenes la política es algo sucio, cuando en realidad son algunos políticos, de todos los partidos, los que son impresentables, por diversas razones, principalmente porque son exhibidos en actos de corrupción, pero la política no es sucia, al contrario, es una actividad que ayuda a resolver los problemas comunes de la sociedad.

 Tercer lección, las alianzas electorales si funcionan, así lo demostró la Alianza de PAN, PRI y PRD en Coahuila y la de Morena, PT y PVEM en Estado de México; y aunque en Coahuila podía haber ganado el PRI sólo, como ha sido siempre; al sumar al PAN y al PRD le está dando un sentido de unidad política, la que será necesario reforzar si pretenden hacer un papel decoroso en la elección del 2024 donde elegiremos al próximo presidente o presidenta, 500 diputados federales y 128 senadores de la República. En Estado de México, sucedió lo contrario, si la candidata de Morena no va en alianza, se habría comprometido su triunfo. 

 Los demás estados donde ya no gobierna ni el PRI ni el PAN, deberían ver lo que está haciendo el PRI de Coahuila, que tiene amplia aceptación entre la población.

 Morena y sus Aliados gobiernan, incluyendo al Estado de México, 23 estados del país, el PAN 5, el PRI y MC 2.

 La cuarta y última lección tiene que ver con los gobernadores, porque lo que hemos visto en este sexenio es que los gobernadores de oposición se desdibujan y pierden peso en el manejo electoral de sus estados, ya que por alguna extraña razón terminan apoyando a los candidatos de Morena, como fue el caso de Alfredo del Mazo, a quien convencieron con cierta facilidad. Como premio, el sistema les da una nueva responsabilidad como embajadores en algún país o cónsules en alguna ciudad importante del mundo. De este modo le dan la espalda al partido que los llevó al poder. Por cierto, será Coahuila el único Estado que en el sexenio que viene, cumplirá cien años de ser gobernado por el PRI. Insisto, algo bueno están haciendo los priistas de esa entidad.

  Para los que dan por muerto al PRI, más vale no se confíen. Desde hace 23 años han firmado su acta de defunción, pero se mantiene muy vivo y con presencia en los 32 estados de la República.