julio 7 de 1943: muere el cerralvense Eusebio de la Cueva, quien fue escritor, poeta, periodista y académico destacado a nivel nacional. Nacido el 16 de febrero de 1893, a los veinte años de edad escribe “Por tierras de Quevedo y Cervantes”, tema que coadyuvó para ser nominado posteriormente en España, miembro de la Real Academia de la Lengua. A partir de 1920 radicaba en Monterrey, donde destacó en el ámbito académico, siendo designado director del Colegio Civil, así como diputado local. En 1923 Eusebio de la Cueva se queda brevemente al frente del gobierno del estado, debido a que el gobernador Ramiro Tamez se ausentó de Nuevo León para atender otras actividades (consultaba pacientes viejos). En 1932 forma parte del Comité Organizador de la Universidad de Nuevo León, y como signo distintivo tiene el don de la palabra, sobre todo en las conversaciones coloquiales, pues su agilidad mental era asombrosa, lo que captaba la atención de los escuchas. En su obra literaria destaca también “Una primavera en Italia” y “El crimen de la calle de Aramberri”, novela escrita a unos meses de sucedido el homicidio mencionado en el título, mismo tema que décadas después desarrollara magistralmente Hugo Valdés, con un concepto más moderno y elaborado. Era considerado como un gran humanista, así que el 16 de febrero de 1943, se le brindó homenaje en uno de los salones del Hotel Ancira, organizado por sus amigos Aurelio González y Alfredo Rangel, en donde hicieron uso de la palabra personalidades de la talla del gobernador Bonifacio Salinas Leal, y el licenciado Héctor González. El 7 de julio siguiente, a causa de una afección cardíaca, muere este nuevoleonés cuyo talento brilló en la capital mexicana y reafirmando a nuestro estado como cuna de hombres talentosos y cultos.
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