Con la vinculación a proceso del ex gobernador de NL Rodrigo Medina hoy jueves 29 de julio, se da inicio al proceso de linchamiento político de prominentes miembros de la clase política mexicana entre los cuales estarán muy pronto los gobernadores de Quintana Roo, Veracruz y Chihuahua.
Para muchos analistas superficiales los procesos contra los gobernadores tienen que ver con un intento del presidente Enrique Peña Nieto de recuperar su imagen y aprobación entre los mexicanos en base a un campaña "anti corrupción" que se ha iniciado con la promulgación del Sistema Nacional Anti Corrupciónl la solicitud de "perdón" del presidente y con el lanzamiento de parte de la PGR de acciones de inconstitucionalidad en contra del "blindaje" jurídico que los gobernadores de los estados mencionados (Roberto Borge, y Javier y Eduardo Duarte) habían empezado a construir supuestamente preparando su salida del poder y poniendo obstáculos para que se les investigue en el futuro.
Peña nieto ordeno la "acción de inconstitucionalidad" contra los gobernadores el día 12 de julio; posteriormente promulgo el SNA el día 18 de julio y pidió perdón a la nación por el escándalo de la casa blanca; y el dia 21 de julio un dirigente priista de medio nivel presunto una solicitud a la Comisión de Justicia Partidaria del PRI para que se "suspendan los derechos" como militantes de ese partido a los gobernadores y para que eventualmente se les expulse. Algo similar están haciendo dos prominentes priistas contra Rodrigo Medina en Nuevo León en este momento.
A su vez el nuevo dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa, proclamo que la campaña "contra la corrupción" va a ser la principal demanda y el lema de su partido en lo sucesivo. Todo esto parecería dar la razón a los que dicen que se trata de una operación para reivindicar a Peña Nieto. Sin embargo, si partimos de lo que sucede en Nuevo León, la comparecencia de Medina este jueves y la del que fuera su tesorero Rodolfo Gómez Acosta, suceden en un contexto en donde el gobierno del estado ha venido aplicando una severa política de austeridad y de reducción de costos y de gastos, así como de sueldos y suspensión de proyectos y obras, supuestamente porque las arcas del estado quedaron vacías por los robos o desvíos del gobierno de Medina.
La campaña anti corrupción contra gobernadores y, eventualmente, contra otros funcionarios, tiene el mismo propósito: Que la bancarrota de las finanzas nacionales se "justifiquen" y expliquen como resultado de la corrupción de la clase política y no como expresión en México del derrumbe del sistema financiero mundial. La bancarrota es general y es profunda, van a la cabeza los bancos y muchos gobiernos como el de Italia o el de Inglaterra, para solo mencionar algunos, pero aquí en México se explicara como resultado de las "raterías" de gobernadores y personajes menores. De esto se trata la campaña anti corrupción de Peña Nieto. Es similar a la Operación Manos Limpias (Mani Pulite) en Italia en los 90s y la Operación lava jato que actualmente está en marcha en Brasil.